Otro pedazo de artículo de la fuente citada con la que colaboramos a difundir y divulgar este tipo de contenidos que deben conocer los inversores.
ES.FUNDPEOPLE.COM/Óscar Rodríguez Graña | Regina R. Webb |
Todo está en números rojos, incluido la renta variable americana, hasta ahora la única que se libraba. Todo se puede resumir en un simple gráfico, el presentado por Nadège Dufossé, responsable de asignación de activos en Candriam, en la presentación celebrada ayer por la gestora en Madrid. En él se demuestra que no ha habido lugar en el cual refugiarse. Nada ha funcionado. En 2008, en el año de la gran crisis de los mercados, al menos algunas categorías ofrecieron rentabilidades positivas. Este año, no. “Nunca hemos tenido un año como este. Incluso en 2008 el inversor se pudo refugiar en el Tesoro americano o en el oro, que funcionó como cobertura.
Luca Paolini considera que de este año se pueden extraer algunas enseñanzas muy valiosas. “En 2018 hemos aprendido que la diversificación no siempre funciona como un almuerzo gratis. El sentimiento ha sido negativo y han faltado alternativas. De hecho, hasta noviembre, sólo el 15% de las clases de activos que seguimos, incluyendo el oro y el efectivo, mostraba rentabilidades positivas, hasta el punto de que la liquidez es por primera vez desde 1990 la mejor clase de activo a nivel global. Más aún, el 2018 es de los peores años para el mercado de bonos en los últimos 30 (hay que remontarse a 1994 y 1999) y una cartera compuesta por el 25% de renta variable y el 75% de renta fija ha llegado a generar este año rentabilidad negativa, lo que solo ha ocurrido en 1987, 1994 y 2008”