Cinismo puro y duro. La Unión Europea y la troika hicieron y dijeron mucho sobre Grecia a partir de enero de 2015, cuando Alexis Tsipras ganó las elecciones. Tanto, que ahora el presidente de la Comisión Europea intenta pedir perdón… recordemos algunas perlas de lo que dijo la UE:
- «Grecia deberá introducir una nueva moneda si triunfa el no»
- «Un no querría decir, independientemente de la pregunta, que Grecia dice no a Europa»
- «Si gana el ‘no’, Grecia no tendrá más alternativa que salirse del euro»
La hemeroteca es infinita porque esas son solo algunas afirmaciones lanzadas solo en verano de 2015 sobre Grecia: los líderes europeos no solo se negaron a renegociar la deuda griega -a pesar de que lo recomendara algún informe del Fondo Monetario Internacional- sino que aplicaron un chantaje a su Gobierno, al que obligaron a aceptar unos recortes sociales sin precedentes que pagó y seguirá pagando la mayoría de su población en pensiones, subsidios de desempleo y servicios sociales durante años.
Cuatro años después de aquello, Jean-Claude Juncker ha pedido perdón. «Siempre he lamentado la falta de solidaridad con la crisis griega«, ha dicho Juncker en Estrasburgo durante su discurso sobre el 20 aniversario del euro: «No fuimos solidarios con Grecia, la insultamos, la injuriamos, y nunca me he alegrado de que Grecia, Portugal y otros países se encontraran así. Siempre he querido que remontaran su lugar entre las democracias de la UE«.
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