Un informe de la Agencia Internacional de Energía Renovable lanzado en enero de 2019, afirmaba que ningún país estaba en mejor posición que China para convertirse en la superpotencia mundial de las energías renovables y, aunque parecía una afirmación sorprendente dado que hoy por hoy China sigue siendo el mayor contaminador del mundo, el caso es que con datos en la mano el informe tiene razón.
China alberga el 18% de la población mundial pero quema el 28% de todo el combustible fósil del planeta; es una paradoja, pero las ambiciones de China no son pequeñas. Su compromiso de alcanzar el 35% de combustibles no fósiles teniendo en cuenta su mix energético actual, ha hecho que en los últimos años el país se haya convertido no solo en un gran productor, sino también en un importante mercado para la energía solar fotovoltaica.
El impulso a las energías renovables ha ocasionado enormes inversiones para convertirse en el mayor productor mundial de energía eólica marina e, incluso, se han planteado proyectos para construir una granja solar en el espacio. No obstante y pese a todo, el carbón sigue siendo el rey de su mix energético, aunque esto puede cambiar rápidamente, sobre todo, porque, según se ha publicado esta semana en Nature Energy, China ha llegado a un punto en el que la energía solar generada en el hogar es más barata que la electricidad generada por la red nacional. La investigación, realizada por investigadores en Suecia y China, marca un hito histórico en el intento de deshacerse de los combustibles fósiles.
Los datos de más de 344 prefecturas de todo el país señalan que China se ha unido al club de países donde la energía solar autoconsumida es la energía a batir. Sin embargo, las dudas siguen encima de la mesa, aunque el hecho de que el precio de los paneles solares esté cayendo en picado sin duda ayudará a que China continúe en dicha senda del auto-consumo.
Fuente: xataka – https://is.gd/xHvRJA