No hay más ciego que quien no quiere ver

No hay más ciego que quien no quiere ver

Las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias a finales de la pasada semana se cobraron seis víctimas mortales, más de 4.000 evacuados y pérdidas multimillonarias a vecinos y agricultores de decenas de localidades de todo el territorio español; en el sureste del país, donde se concentraron las mayores precipitaciones, los daños son de momento incalculables pero sin embargo, ni mucho menos es la primera vez que esto ocurre. La Agencia Española de Meteorología calificó las riadas como las más catastróficas de los últimos 70 años, lo que hace indicar que el fenómeno de las lluvias torrenciales es recurrente y se repite cada cierto tiempo.

El municipio de Orihuela, que en este último episodio ha registrado 250 litros de lluvia por metro cuadrado, ya superó los 300 litros hace 32 años, en 1987, y ese mismo año, el municipio de Oliva, soportó 817 litros… Hace 140 años, en 1879, otra gigantesca riada causó un millar de muertos, lo que hace pensar a los estudiosos que las precipitaciones fueron aún superiores a las citadas pese a que no haya registros oficiales, y entre éstas dos últimas fechas, los mismos lugares han sido castigados una y otra vez.

La inundaciones del Segura están documentadas desde el siglo XII y algunas fueron muchísimo más bestiales que las de ahora. Por poner un ejemplo, en el siglo XIII estuvo lloviendo DURANTE 5 MESES, provocando el cegamiento de todas las acequias y canales que tardaron bastantes años en poder ser recuperadas por completo.  En dicha zona, durante el pasado siglo XX, hubo décadas como las de los años 20 y 40 donde hubo más de una riada al año.

Las zonas más inundables de España, de hecho, están perfectamente identificadas por los ministerios de Agricultura y para la Transición Ecológica. Los técnicos del Gobierno incluso detallan los riesgos que existen de que se produzcan crecidas a 10, 50, 100 y hasta 500 años. Estos datos de probabilidad estadística sirven para concluir que determinadas zonas perfectamente delimitadas son susceptibles de ser anegadas de forma regular, con lo que no parece muy razonable que los ayuntamientos permitan la construcción de viviendas en ellas, algo que no ocurre.

«Estas cosas las debería investigar la Fiscalía de oficio«, asegura el especialista en física atmosférica Francisco Jabonero, que pone sobre la mesa un sentencia del Tribunal Supremo del pasado junio que concluye que coger las zonas inundables a 500 años para delimitar los puntos en los que no habría que construir es razonable. «La consideración del periodo de retorno de 500 años como escenario para determinar la zona de inundación y las correspondientes medidas y limitaciones asociadas (…) resulta plenamente amparada por el ordenamiento jurídico«, defiende para avalar la normativa que aprobó el Gobierno al respecto y que había sido recurrida por poner el caso por el Ayuntamiento de Oliva, término municipal que dispone de miles de viviendas en zona inundable y que protestaba dado que la medida no beneficiaba su expansión urbanística.

La resolución del alto tribunal defiende incluso que tomar 500 años como referencia se queda hasta corto, dado que la directiva europea que deben transponer los Estados miembros toma las probabilidades de inundación a 1.000 años vista. Sea como fuere, lo cierto es que la norma no se cumple en España. En el municipio de Los Alcázares, que cifra en 100 millones de euros las pérdidas causadas por las fuertes riadas y donde medio millar de vecinos han sido desalojados, asegura Jabonero que «todas las casas que se construyen desde 1998 han sido levantadas sobre suelo inundable«.

Mapa del riesgo de inundaciones a 100 años previsto por el Gobierno en la zona del sureste español.

«Las viviendas construidas en zona inundable son ‘no autorizables’, pero las comunidades autónomas y los ayuntamientos se han aplicado a fondo para eludir la ley«, explica el técnico. «Las leyes de aguas y las leyes urbanísticas impiden construir en suelo inundable, sobre todo en el caso de ramblas y en general en el dominio público fluvial, pero ésta aberración llega al punto de que se publicó hace dos o tres años que la Junta de Andalucía daba por buena la edificación industrial en una rambla de la provincia de Málaga si los industriales asumían los riesgos«, añade. «A todo ha contribuido hasta el propio Tribunal Supremo, que dio por bueno un defecto de forma, lo que es escandaloso en extremo«, valora el físico, quien prevé que evidentemente la cosa vaya a más en los próximos años.

«El Mediterráneo es casi un lago que poco a poco se va calentando; un solo grado de elevación de la temperatura del agua puede suponer muchos millones de metros cúbicos de agua evaporados a la atmósfera; ésta no será la última riada. Ésto es previsible, y hay estudios científicos que determinan la probabilidad de que vuelva a repetirse una catástrofe así en las mismas zonas«, añade, algo que ven de la misma forma muchos afectados.

Jabonero pretende pedir, al amparo de la ley de transparencia, a los ayuntamientos de Orihuela, Oliva, Onteniente y Los Alcaceres, copia de las licencias que estos consistorios han otorgado desde 2010 en zonas inundables, al entender que éstos y otros muchos municipios han construido sobre terrenos de este tipo por pura desidia o codicia económica. «El suelo inundable en general no es suelo urbano, por lo que es es rústico, mucho más barato, pero en el que no se puede construir; las administraciones locales y regionales han dejado hacer cosas hasta extremos inimaginables, pues son muchas decenas de miles de edificaciones las que se han alzado en suelo inundable«, asegura sin pudor.

Fuente (1): elconfidencial.com/espana/2019-09-17/mapas-demuestran-inundacion_2234379/
Fuente (2): atlasdemurcia.com/index.php/secciones/12/las-inundaciones/1/index.html

PUBLICIDAD (google adsense)