En los países desarrollados la tasa de fecundidad no alcanza para reponer la población, es un hecho que ocurre en todos y cada uno de los 28 países de la Unión Europea. Cualquiera podría pensar que no es una moda pasajera, sino más bien que no se quieren niños, aunque soy de las que opina que si tuviéramos la seguridad económica para poder tener una familia sin preocupaciones ni miedo al futuro, eso cambiaría.