Ver para creer … si, si, Marisol …

Ver para creer … si, si, Marisol …

Hace ahora 40 años Marisol se había desprendido de su nombre artístico, de la niña prodigio de la sociedad española de los sesenta. Era ya Pepa Flores, de 31 años, y compartía su vida con el bailarín Antonio Gades con quien tenía dos hijas, María y Tamara. Residía, medianamente retirada, en Altea, donde llevaba una vida de pueblo; la vida que quería.

Pero un día de verano se sentó ante la grabadora de su amigo José Luis Morales, periodista de investigación de la revista Interviú, y le contó lo que solo había dejado caer hasta entonces con Francisco Umbral en un proyecto de biografía que finalmente nunca vio la luz. Morales escribió: “Quiere, ya está bien, que se sepa que entre Marisol y Pepa Flores hay todo un mundo de sufrimientos, de angustias y de aprensión que ella no quiere para nadie”. Estaba dispuesta a narrarle el infierno que había vivido siendo Marisol. Los acosos y los abusos a los que había sido sometida.

Lo gritó muy fuerte. Nadie investigó su caso.  Pueden ver el articulo completo en su fuente original:

revistavanityfair.es/sociedad/celebrities/articulos/mariso-abusos-sexuales-denuncia-metoo/34149/amp?

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