Iker Jiménez ha sufrido ese desprecio de quienes ven en él un fantasma que en ocasiones ve muertos. Pero es de justicia reconocer que los que lo llamaron trastornado cuando contó la que se venía estaban equivocados. Jiménez lo ha dicho claro: «Quienes hablan en mi programa son los científicos, yo soy solo un moderador, pero lamentablemente, el monstruo se nos ha echado encima«. Muchos aplaudieron el ejercicio periodístico de Lorenzo Milá cuando dijo que era solo una gripe. No hay que echar leña al fuego, pero entre Jiménez y Milá solo uno tenía la razón.