A dos semanas de cerrar agosto ambas dos están teniendo un mal año, quizás el de Almirall fue más previsible primero porque la entrada en el Ibex en junio nos hacía suponer un adelgazamiento en su primera fase o etapa en el selectivo acompañado que la firma no tiene aporte o noticia relevante referente al covid-19 no como otras que por digamos «meterle mano» pues han visto premiada su cotización.
Grifols es más difícil de entender porque esta sí ha querido participar del pastel que supone el covid para toda el empresa del sector que aporte algún tipo de solución. Además hizo una vuelta alcista en V simétrica y creíamos que iba a tener una estructura de precio similar a la del Nasdaq, dejando atrás por completo al mercado en general.
A finales de julio anunció resultados del primer semestre al declarar ganar un 24% que en el mismo periodo del ejercicio anterior y luego no fue muy bien acogida la noticia de sus compras en EEUU y Canadá . Luego ni con su plasma hiperinmune ni con la entrada de la Sra. Koplowitz en el accionariado parecen haber animado lo más mínimo su precio que ha seguido descendiendo hasta rozar la vuelta bajista completa.
Creemos que a estos precios la verdad que está para meterla en el radar de compra pero claro tendrá que demostrar algún tipo de señal como la de darnos a entender que rompe su cadencia de máximos y mínimos descendentes porque está a precios de marzo. Si sigue sin despertar pues la vuelta bajista en vez de a marzo la podría hacer a mínimos de diciembre del 2018 a 22 euros. Esperemos que no.