Si nos vamos a la web de Ecoembes podemos leer que se autodefinen como la organización sin ánimo de lucro que cuida del medio ambiente a través del reciclaje y el ecodiseño de los envases en España. Ahora bien, si nos atenemos a la información que citan algunos medios, tal vez la cosa cambia.
Y es que, en Ecoembes, nada es lo que parece. En primer lugar, en el tema de los salarios de su cúpula, los cuales han crecido de forma exagerada desde la llegada del nuevo CEO. Así, la remuneración total devengada –que incluye sueldos, Seguridad Social y primas de seguros– de los diez miembros de la alta dirección ha pasado de 1,47 a los 2,3 millones entre 2014 y 2019. En otras palabras, los principales ejecutivos de la sociedad se han incrementado sus salarios hasta un 56,4%.
Para hacerse una idea del asunto en sueldos solo en directivos, se puede comparar con otros gigantes del Ibex 35, pues por ejemplo se trata prácticamente de la misma cifra que abonó Meliá a los suyos en 2018 pese a que sus ingresos fueron tres veces mayores… pero no acaba ahí la cosa porque, además, la subida de salarios decretada por Ecoembes para ese selecto grupo entre 2018 y 2019 fue hasta tres veces mayor que al resto de empleados.
Por tanto hablar de una organización o sociedad sin ánimo de lucro no será por sus directivos, aunque más de uno pondría en duda esa característica –la de «sin ánimo de lucro»– al ver los problemas que tiene con Hacienda, pues el fisco español abrió un procedimiento contra Ecoembes el pasado 17 de diciembre de 2019 en relación al pago del Impuesto de Sociedades, por la que el fisco español les reclama 21,56 millones de euros para regularizar su situación fiscal, aunque desde Ecoembes se aduce una diferencia de criterio entre la firma y Hacienda, que ya veremos a favor de quien y como se resolverá.
Otro aspecto que llama mucho la atención en la sociedad es su continuada quema de efectivo, –esto es, salida de fondos-. En concreto, la firma contaba a finales de 2017 con unos 220 millones de euros invertidos en fondos de renta fija, lo cual es una posición ya de por sí curiosa pero argumentada bajo la premisa de “optimizar los recursos de tesorería”. El problema es que a finales de 2020 esa cantidad se había reducido a poco más de 57 millones. Un truco de magia maravilloso porque apenas hay rastro de donde están ahora esos 163 millones de diferencia.
Otro aspecto discordante entre lo que pretende vender Ecoembes y la realidad, seria es su utilidad real en el mundo del reciclaje. Para ellos mismos, su “razón de ser está enfocada a reducir el impacto ambiental de los envases puestos en el mercado (…) para lo que conciliamos la eficiencia con la perdurabilidad en el tiempo”. En pocas palabras, un trabajo excelso que como poco merecería un premio por su contribución a la sociedad española, pero la tozuda realidad, de nuevo, es distinta. El único sentido que tiene Ecoembes en la sociedad actual es la que le otorga la ley y que la convierte de facto en un monopolio. En teoría, este tipo de estructuras ni promueven la innovación, ni su labor es la más eficaz, puesto que no compite con otras empresas. De hecho, las asociaciones ecologistas desde Greenpeace a otras más pequeñas nacionales no han parado de denunciar que la organización “no es parte de la solución, sino más bien parte del problema”.
Así, en la actualidad los países nórdicos están trabajando en un sistema de pago directo a cada ciudadano por reciclar sus envases, la cual ha demostrado ser muy eficaz en otros paises como Alemania desde hace muchos años atras… Una propuesta que a España no ha llegado –ni tampoco se la espera– posiblemente mientras Ecoembes siga monopolizando el mundo del reciclaje.
En definitiva, que cuando en su página web la sociedad se atribuye de que recicla “bien”, se le puede añadir que más que bien lo hace sensacional, pero para sus intereses, para los de sus socios –a los que les ahorra dinero– y para sus directivos que se llevan cada vez mayor tajada del invento. Mientras, el resto siguen tragando merced a sus cientos de campañas publicitarias.
Fuente y articulo completo: merca2.es
merca2.es/ecoembes-oscar-martin-reciclaje-hacienda-envases-monopolio/
Cuando yo era pequeño, iba a la tienda con un bolso de tela que duraba años, llevaba vacíos los cascos de la botella de vino, el del sifón, el de la leche, y volvía con otros iguales, llenos. No existían las bolsas de plástico Nada iba a la basura, y la sacábamos una vez por semana (éramos seis en casa).
Han convertido el ecologismo en un negocio. Un pequeño detalle. No veo a nadie pedir que se aplasten botellas de plástico y latas antes de depositarlas como desperdicio. Esto hace que se llenen inmediatamente los recipientes y (¡ O casualidad ¡) hace que aumenten los viajes de los camiones. (Casi) Nadie lo hace y nadie lo pide.
Hay países donde hace tiempo que se han P R O H I Bi D O los plásticos de un sólo uso. ¿Desde cuándo existen cisternas de baño con dos pulsadores que ahorran ingentes cantidades de agua ¿ Por qué no son obligatorias?
En fin, España es un p@t@ manicomio con alguien que se cree Napoleón al frente.
Saludos
100% de acuerdo. Recuerdo esos tiempos y en el campo en casa de mi abuela ni a la semana se tiraba la basura todo lo orgánico iba para los animales .. en la capital se dejaba la basura en la puerta el día que pasaba el camión que era cada tres días creo recordar, la tirábamos en cajas de cartón y le poníamos un periódico por encima para que no se viera el contenido, el plástico ni lo conocíamos si no era en envases de productos … En finnnnnnnnssssssssss
Lo que suele hacerse en muchos paises de europa, embases como botellas de plastico o de cristal y latas, tienen un recargo de 10 centimos por unidad en la compra, y te lo devuelven en un ticket, cuando se recicla en sus contenedores que hay en todos los supermercados
(soy el webmaster) … cierto, de esa forma se beneficia al consumidor responsable, mientras que con el sistema montado acá en España solo se beneficia el bolsillo de cierta empresa visto lo visto