Curiosa ¿coincidencia? entre registros oficiales de patentes de EEUU y Holanda, confirman todavía más, lo que algunos llevan explicando desde hace meses; Mejor que ustedes lleguen a sus propias conclusiones pero si se detienen minuciosamente en los detalles, hay mucha chicha que cortar.
Un sugestivo detalle de las dos primeras patentes que paso a relatarles es que, pese a que fueron registradas y actualizadas hace años –en 2015 y 2017– estaban programadas para hacerse públicas en septiembre de 2020. Resumiendo, que presuntamente en 2015 las élites ya sabían perfectísimamente lo que sucedería en septiembre de 2020 y registraron un sistema de seguimiento para una «enfermedad» que curiosamente, no se «descubrió» hasta diciembre de 2019.
Primera patente. Holanda, finales de 2015. Se suministra un método para obtener y traspasar datos biométricos –por ejemplo, constantes vitales– de un usuario, donde los datos se analizan para determinar si el usuario sufre de una infección viral, como es covid-19.
¿Cómo pudieron acertar el nombre de una supuesta enfermedad que no surgiría hasta cinco años después?. El método patentado incluye el uso de un contador para determinar el pulso y el porcentaje de saturación de oxígeno en sangre, que se transmitiría de forma inalámbrica a un teléfono inteligente.
Pero es que mucho antes, en 2008, hace ya 12 años, Peking Union Medical College Hospital realizó una investigación publicada y co-financiada por la Comisión Europea sobre dos coronavirus: SarS-CoV2 y SarS-CoV3. Eso sí, recuerden la versión oficial del actual coronacircus: el SarS-CoV2 (covid19) apareció por vez primera en 2019.
El estudio, publicado en Journal of Clinical Microbiology en mayo de 2008 se titula «RNAse-Resistant Virus-Like Particles Containing Long Chimeric RNA Sequences Produced by Two-Plasmid Coexpression System» https://jcm.asm.org/content/46/5/1734
Fuente y articulo completo: Luys Coleto – elcorreodeespaña.com