La compra por Google de Fitbit (empresa de smartwach y pulseras de actividad primordialmente) ha sido digamos más un rescate financiero porque estas empresa desarrollaba un suelo durmiente desde hace años con un mercado que ha vivido los mejores años de su historia bursátil, al ver su gráfico desconocía que estuviese tan mal o tan en suelo permanente en una clara estructura en «L» de su precio.
Europa ha autorizado la compra por parte de Google pero con una condición su tecnología instrumental si pero sus datos de salud no. Además esta compra no es ninguna sorpresa de para el mercado porque se anunció desde principios del 2019 por 2.100 millones de dólares.
El compromiso de Google a la comisión europea será de de diez años, además la compra de Fitbit no da lugar a un abuso de posición de poder en el mercado porque lo compartirá con grandes marcas como Apple, Garmin, Samsung, Huawei, Xioami y otras ya menores, vamos que no va a existir posición de monopolio ni mucho menos.
Fitbit salió al mercado y se mantuvo alcista muy poco tiempo luego se llegó a descapitizar un 95% en los mínimos no de este año sino del año pasado, desde noviembre del año pasado ha estado en modo OPA, es decir lateral en un rango muy estrecho de precio.
La idea de Google si no estamos confundidos es tener la tecnología de Fitbit en pulseras de actividad para fortalecerla con su Android que como todos sabemos es sistema operativo de la inmensa mayoría de los móviles no es difícil buscar la esencia de la operación tratar de hacer que la pulsera sea otro suministrador de big data a los servidores de Google y a partir de ahí la imaginación es libre.
En nada veremos pulseras conectadas por software a Google gracias al móvil que se pondrán a la venta probablemente a precios de Xioami y a través de una app tendrán otro elemento de control al individuo, porque google no buscará el beneficio de las pulseras sino el de la big-data.
La autorización ya estaba descontada , el precio pactado y Google será más grande …
