La única explicación que encontramos a la forma de subir este año de Ferrari pisoteando a todo el sector de la automoción a excepción de Tesla es que los grandes males sociales generan nuevos ricos y los ricos compran cosas de ricos para que se les note su riqueza. Así pues un repunte de nuevos ricos ha implicado un repunte en las ventas de esta marca; símbolo del lujo y el glamour por excelencia. Porque desde luego por su papel en la F-1 esta temporada no ha sido.