Corre como la pólvora por todo tipo de medios financieros lo alto que está el indicador que utiliza Warren Buffett para determinar el estado de la valoración del mercado.
Con la segunda estimación del PIB del primer trimestre y los datos de cierre de mayo, ahora tenemos una mirada actualizada al popular «Indicador Buffett»: la relación entre las acciones corporativas y el PIB. La lectura actual es del 209,1%, frente al 193,3% del trimestre anterior:
A estos niveles Buffett está más descolocado que un pingüino en el desierto de Nevada haciendo auto-stop para ver si trabaja en el acuario de un gran hotel de la ciudad.
Buffett ya no es es el que era ha ido cambiando o adaptándose a los nuevos paradigmas y es curioso que lo haga él a sus años y no gestores institucionales de cuarenta o cincuenta que siguen gestionando ingentes cantidades de capital con lo que aprendieron en los posgrados y cursos de especialidad del siglo pasado, aún con aquello de que a largo siempre se gana, comprar barato vender caro, lo importante es el dividendo y a corto plazo todo es caos y cuatro consignas más junto con unos cuantos ratios aplicados sobre las partidas de un balance societario.
El viejo Buffett que se reía de internet y de la tecnología de la información y sobre todo de las empresas cuyo negocio no podría explicar o comprender con un papel y lápiz hoy las compra incluso antes de salir a Bolsa.
A la pregunta el mercado está sobrevalorado, la respuesta es si, a la pregunta hay que vender, la respuesta es aún no, a la pregunta hay que ponerse corto por si se cae, la respuesta es no porque el mercado no ha roto nada, a la pregunta qué hay que hacer, la respuesta es carpe diem y marcar el nivel en el que nos vamos a salir si el mercado lo perfora, si duda, puede ser fatal porque la próxima corrección seria del mercado dejará un techo en todas las series.
Servidor no es Buffett desde luego pero sabe lo que es «insostenible en tiempo» y cuando un mercado lo próximo que haga sea una corrección aunque sea para atemperar su directriz de tendencia, pero para ello primero tiene que romper la directriz acelerada que cabalga en la actualidad como os comenté ayer lunes.