No es es que estuviesen alcistas tampoco , simplemente sostenían una canalización de máximos y mínimos ascendentes tras el mínimo de ambos metales final de septiembre, pero está visto que esta vez no son vacuna contra la inflación ni cosa parecida. Como venimos diciendo en vez de volar hacia 3000 USD el oro que era lo propio en este contexto económico sigue encasquillado bajo 1.800 USD y esta última vez ni tan siquiera atacó la resistencia como para encima dar impresión de debilidad.
Y si, seguimos sin creernos que las criptos le están impostando su papel al Oro y metales preciosos, eso no hay quien se lo pueda tragar o fumar porque nada tienen que ver entre estos tipos de activos aunque diversos gurús nos quiera vender que las nuevas criptos barrerán a los antiguos metales preciosos. No negamos que puedan dar revalorizaciones y rentabilidades espectaculares pero de ahí a decir que hay una sustitución de paradigmas no. Quien compra criptos sabe qué está comprando y quien compra metales preciosos también, en estos nadie puede decir tampoco que van a sufrir colapsos que los dejarán sin valor.
Es decir no se pueden comprar criptos porque se vayan a ir al cielo ni vender metales porque se pueden ir al suelo. Hay muchos activos en situación paradójica tanto para bien como para mal. El oro está justo a niveles de mínimos de junio la plata bastante por debajo de ellos.