COLABORACIONES EXTERNAS – XINGS
Tratar de aislarse del ruido mediático y analizar los gráficos es la única defensa que tenemos los pequeños inversores en el mercado para preservar nuestro capital, y si es posible, incrementarlo. Otro tanto nos pasa con la actualidad internacional, convenientemente explicativa de lo anterior, donde nos tenemos que ceñir a los hechos. Y aún así, ocurre como en los gráficos, que son interpretables y cada cual arrima la ascua a su sardina.
La lógica eurasiática rusa quizá resulte compleja para la opinión pública occidental, pero no por ello es irracional ni desconocida por los poderes occidentales. El gran inconveniente es que, incluso en la racionalidad, existen grados. Rusia amagó con un blitzkrieg inicial que se ha transformado en un medido incremento de la intensidad, incluyendo un recordatorio nuclear, pues se trata de un conflicto buscado, pero no necesariamente deseado por sus consecuencias económicas. La repetida inobservancia de los acuerdos de Minsk II, cuyos garantes son Francia y Alemania, ha propiciado la justificación moral necesaria para tratar de restablecer el desequilibrio del status quo que venía produciéndose desde finales del siglo pasado con la incorporación de nuevos estados a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Cuando las élites políticas rusas se convencieron de que los acuerdos comerciales con los países europeos no implicaban necesariamente atender sus preocupaciones de seguridad, necesarias para su supervivencia de acuerdo con su visión estratégica, empezaron a prepararse para defender sus líneas rojas; Ucrania es una de ellas. Así, en 2018, tras muchos años de baja intensidad con conflictos armados menores, el conflicto abierto en Ucrania quedó anunciado como única opción viable, tras el abandono por Estados Unidos, e inmediatamente después por Rusia, del Tratado sobre fuerzas Nucleares de Rango Intermedio, y todos los actores empezaron sus preparativos.
De fondo, siempre, el papel del dólar, moneda de reserva cuya hegemonía cuestionan abiertamente China y Rusia, y motivo real de las luchas de poder global, pues permite a los EE.UU. financiarse gratuitamente desde el abandono del patrón oro. La dificultad que está encontrando E para seguir imprimiendo dólares y que estos sean absorbidos por el sistema, pone en cuestión su liderazgo global, y sin embargo, mantener su hegemonía requiere ingentes inversiones en tecnología, que debe financiarse.
Los mínimos aceptables en la agenda de negociación sólo son conocidos por los propios actores, pero por los hechos, parece cercano alcanzar en breve el punto de equilibrio donde cada parte pueda vender esta situación como exitosa dadas las circunstancias. Se ha alargado lo suficiente para que la aceptación de acuerdos sea un mal menor para todos, y mientras, se ha hecho una primera barrida de los mercados.
RUSIA
La renuncia expresa de Ucrania a su integración en la OTAN. En este sentido, no resulta baladí que la negociación sea directamente entre ambos estados, pues es un reconocimiento explícito de que Rusia acepta la existencia de Ucrania como estado independiente, aunque con un límite territorial distinto y fuera de la esfera de influencia de la OTAN en el terreno de la seguridad.
El reconocimiento de Crimea no es necesario, pues de facto es ya territorio ruso, pero sí la independencia de los territorios al sur. La autarquía, el abandono de los conceptos de democracia liberales y la conservación de los valores tradicionales rusos frente a la globalización son además efectos secundarios positivos. Ya tiene a China para suministrarle tecnología a cambio de sus materias primas, aunque el aliado natural era Europa.
Tiene gas suficiente ara resarcir a Ucrania los daños y pagar la electricidad de sus nucleares infrautilizadas.
UNIÓN EUROPEA
La integración europea no es completa sin una integración económico-fiscal y militar. La primera progresa; lentamente, pero progresa. La segunda era inviable hasta el momento por la presencia del Reino Unido y de la cultura anti-belicista de una mayoría de las sociedades europeas fundadoras de la UE. Ambos obstáculos parecen resueltos, y aunque cuesten una recesión, esta queda justificada por el malo oficial.
Como segundo premio, para el que también era imprescindible un gobierno socialdemócrata en Alemania, la re-nuclearización europea que permita garantizar una mínima independencia energética asistida por las energías renovables. Macron revalidará su mayoría en Francia y el orgullo francés como co-líderes europeos queda restituido.
Por último, y no menos relevante, una reivindicación de la utilidad de la unidad de acción europea, fuertemente cuestionada tras las sucesivas ampliaciones y crisis económicas, y de su papel como actor internacional, en lugar de sus países miembros. Al fin y al cabo, las sanciones son un éxito de la diplomacia europea, que no ha vertido sangre propia y se ha cubierto la conciencia enviando armas y asegurando una futura prioridad económica a Ucrania y a sus recursos agrícolas. Aunque por el momento todos lo hayamos olvidado, del gas no se hablado. Nunca.
EE.UU.
La vieja europa antibelicista se militariza y permite redirigir recursos de seguridad al Pacífico, donde el enemigo real es el amo y señor, mientras mantiene su influencia. La crisis económica europea que se avecina es más fuerte que la americana, por lo que se revaloriza el dólar. Y, políticamente, el villano exterior refuerza el papel de un líder ampliamente cuestionado mientras la FED aumenta los tipos, atrae capitales extranjeros para comprar su deuda de calidad y modera la alta inflación que padecen las familias americanas.
La inteligencia americana queda resarcida públicamente, tras los fiascos en irak y Afganistán, ¡aquí han avisado!
CHINA
Mejora su acceso a la energía barata, su verdadera dificultad para un crecimiento sostenido sin inestabilidad social. Nunca tuvieron problemas económicos, pero el control social es clave. De paso, se han medido reacciones para una futura solución del tema de Taiwán, sin romper lazos con Occidente, y permitiendo que las inversiones en semiconductores vayan progresando adecuadamente en las demás potencias (hola Intel!). En su visión de muy largo plazo, la pieza encajará en el puzzle con fricciones internacionales, pero menores que la confrontación directa.
UCRANIA
El orgullo nacional de contener a Rusia y mantener su gobierno, acompañados de un compromiso de reconstrucción y ayuda económica de US y EU, además de las reparaciones rusas con gas, le permiten salir muy honrosamente de esta situación desesperada. Pierde una parte del territorio, que ya no controlaba, o sea, no pierde realmente nada, pero para lo que podía haber sido, en teoría, no es mal resultado.
Las víctimas, las que vemos en la guerra, son daños colaterales y se olvidarán pronto, y las bursátiles, habrán perdido una oportunidad de aprender y evitar un mayor daño. Lo importante no es analizar cómo nos gustaría que fueran las cosas, sino cómo son realmente.