Si ayer fue una mala sesión bursátil más lo fue para UNICAJA que perdió un 9.11%, no sabemos si esta ha sido la causa, también es cierto que la entidad tiene los tipos hipotecarios de los bajos del sector bancario español.
El diario de Sevilla publicaba hace dos días:
La tormenta desatada sobre la gobernanza de Unicaja Banco y la gestión de su accionista mayoritario, muchas veces runruneada sotto voce, aparece públicamente rodeada de oscuridad, llamativos silencios y, por qué no decirlo, demasiadas sorpresas fingidas. Cuando las manchas del descontrol, la delincuencia económica y los desmanes en el sector financiero parecían difuminarse y las responsabilidades de algunos de sus históricos y reputados gestores se tenían por depuradas, la mentada entidad andaluza, durante años buque insignia del sistema financiero en Andalucía y faro guía de su política, nos devuelve a un escenario de riesgo que creíamos superado y, en todo caso, contrario a los intereses generales de Andalucía.
La relevante posición de la entidad en el territorio y la gravedad de los hechos e imputaciones circulantes obligan a extremar la prudencia a la hora de emitir juicios u opiniones que, necesariamente, han de ser mesurados y provisionales. La información disponible parece apuntar a un agudo conflicto de intereses, previa y ampliamente conocido, que ha acabado por incrustarse sólidamente en la gobernanza de la entidad, hasta convertirse en matriz de enconadas luchas internas de poder y razón última del actual desencuentro entre la entidad y su accionista mayoritario con las instituciones reguladoras y con el entorno sociopolítico. Así las cosas, quizá resulte provechoso poner luces largas y reflexionar sobre las causas de una situación deplorable y arriesgada para el interés general de los andaluces. Pasado y presente son dos tiempos que se iluminan recíprocamente y, por lo general, no pueden entenderse cabalmente el uno sin el otro.
Por el lado técnico parece que en la zona del euro a la entidad le suelta el papelón y ahora a ver si es capaz de sostener la canalización alcista que llevaba al menos o en el peor de los casos no perfore los máximos del 2020 que fueron los mínimos del 2021 en una clara polaridad. Lo que si fue criminal para los especuladores fue ver como rompía máximos dando una clara señal de compra para luego girarse en vertical hacia el soporte y repetir la operación, perforarlo para hacer ejecutar stops para luego eyectar al alza.
Por lo tanto vigilar la línea polar de la zona 0.73 euros porque la resistencia del euro la han dejado para otro momento.