Entrar en renta variable o riesgo abierto va a estar complicado este año en un entorno geopolítico convulso en plena fricción de bloques, un nuevo orden mundial en ciernes, con una inflación de caballo y unos bancos centrales dispuestos a contraer la economía para salvar los muebles.
La renta fija como comentamos hoy ni es fija ni es segura y va a seguir estando así, la liquidez no es opción porque aparcar dinero en cuentas de dinero a la vista sea cual sea el formato es carísimo en términos reales dado que un año puede desaparecer entre el 5% y 10% de lo que pongamos en ella según país.
Así pues el ahorrador se tiene que convertir en inversor y no se puede pasar de estar con un riesgo escaso a máximo sin pasar por la casilla de salida, es decir entrar en Bolsa con el argumento de tomar empresas con alto dividendo y bajo endeudamiento como medio de poder combatir la volatilidad en determinados momentos sin el temor que una de las empresas de nuestra cartera corra el riesgo de quedarse en el fondo del selectivo.
Las firmas que cuentan con caja neta y la mantendrán son PharmaMar, Inditex y ACS, mientras que ArcelorMittal y Viscofan pasarán a tener caja en 2022, algo que todavía no se espera para el cierre de este ejercicio. Repsol y Acerinox, por su parte, son las dos firmas que mantienen una ratio por debajo de 1 vez, y los expertos esperan que consigan mantenerse en esta situación también en 2022.
Entre las compañías que mantienen las ratios de apalancamiento más elevadas del Ibex 35 se encuentran las firmas del sector inmobiliario, las socimis Merlin y Colonial, además de la hotelera Meliá, para la que se espera que cierre este año con un apalancamiento excepcional de más de 38 veces su ebitda, pero que se normalizará el año que viene, hasta el entorno de las 7 veces. (eleconomista octubre 2021)
Pues comentadas las más y menos endeudadas nos falta los dividendos para una mejor orientación: