Los intentos de la industria alimentaria para confundir a los consumidores con los envases de sus productos no son ninguna novedad; desde trucos para engañarnos en los envoltorios empleando palabras bonitas tipo “natural”, “artesano”, “casero”, etc. que son técnicas habituales, se emplean algunas otras especialmente destacables dentro del marketing para seguir jugando al despiste del consumidor.