En Apple hay cierta preocupación. La compañía de Cupertino llevaba 15 trimestres en verde, puntuando positivo y rompiendo récords en beneficios netos. Un descenso que, en dinero contante y sonante, supone ganar 4.500 millones de dólares menos. También cae el margen interanual en venta de productos: un 8% menos que significan 96.400 millones de dólares menos. Apple cae en ingresos por productos.
Solo se salva el iPad y dos notas de color: el bastión de servicios como son Apple Music o Apple Pay crece un nada desdeñable 6% interanual, 20.800 millones extra. Los nuevos HomePod 2 y la revisión de los Mac Mini y MacBook Pro con chips M2 han sido el movimiento anticipado a un descalabro consciente. La fortaleza del dólar también ha minimizado los riesgos. Pero los dramas logísticos y la línea de suministro discontinua por parte de China han hecho daño, y mucho, a las cifras de un 2022 recién capitulado.
Dicho lo anterior desde el punto de vista fundamental por técnico la empresa no salió resentida tras la publicación resultados, todo lo contrario parece fortalecida y siguió su vertical subida hacia su línea polar de los 155 dólares, a cinco dólares de recuperar el 61,8% de toda la corrección desde máximos. Pero cuidado entre este nivel de Fibonacci y la bajista principal no le vemos interés sinceramente para entrar por el escaso recorrido. Y más con los resultados que ha publicado, si hubiesen sido como los de costumbre por encima del consenso en todo opinaríamos otra cosa.