Sus resultados correspondientes al tercer trimestre de su año fiscal, en el que ha obtenido un beneficio neto de 766 millones de dólares, lo que supone una caída del 32% desde los 1.122 millones cosechados en el mismo periodo del año anterior. Esto se traduce en unas ganancias por acción de 0,76 dólares, frente a los 1,08 de hace un año. Las acciones de la firma ha caído un 6,65% en Wall Street.
Los ingresos han caído un 10% en la comparativa interanual, hasta los 13.196 millones, de los que 8.900 millones proceden de la división de sistemas personales, lo que supone un 11% menos que hace un año, mientras que la facturación de la parte de impresión cayó un 7%, hasta los 4.300 millones.
Técnicamente la acción ha perdido el momento alcista de cuajo por tan malos resultados tanto que parece ahora dibujar una figura de cabeza hombros que se podría confirmar si septiembre viene malo perdiendo la zona de los 26 dólares.
Hay que reseñar que el año pasado tardó mucho más que el mercado en corregir pero cuando lo hizo también lo hizo en cinco hasta octubre pero desde abril no desde finales del 2021 como el tecnológico o desde primeros del 2022 como el mercado en general. Hasta que no cierre el gap de ayer lo mejor es dejar que sangre más. No hay que tener prisa en septiembre por entrar en nada.