La multitud de otras preocupaciones incluían una espiral inflacionaria, el aumento de las tasas de interés, la caída de las ganancias, la guerra en Ucrania y el continuo endurecimiento de la política monetaria por parte de la Reserva Federal.
Esto arrojaba un sentimiento bajista para la economía de los EEUU en 2023 y al finalizar el año ganaron de calle los del sentimiento contrario no los del investing value:
Y así se había construido el muro de la preocupación, con:
a) la racha más larga de negatividad en el sentimiento de los inversores minoristas que jamás hayamos visto,
b) el consumidor estadounidense más persistentemente negativo de la historia, y…
c) el hecho de que los estrategas siempre alcistas de Wall Street se habían vuelto bajistas por primera vez (prediciendo un año bajista para las acciones).
Se avecinaba otro año sombrío para los mercados, o eso parecía.
Del boletín de @charliebilello