Un gráfico que lo dice todo , tras el impacto del covid en el primer trimestre del 2020 los estadounidenses que pudieron anticiparon su jubilación, la pandemia suponemos hizo valorar la vida a todos pero más a los que menos tiempo tienen de vivirla cronológicamente, la lección del covid parece ser en EEUU que los ciudadanos deben vivir más acuerdo con el corazón y la pasión que con la razón.
Primero se habló de la gran renuncia es decir miles de trabajadores sobre todo de media y alta cualificación reorientaron sus vidas para que fueran más ricas y con mayor calidad en el presente porque el futuro no lo puede asegurar nadie, que más vale vivir con menos pero motivados al 100% por vivir sus vidas y objetivos personales que regalar la jornada laboral a empresarios para que estos vean lograr su sueño a cambio de un sueldo.
Luego vinieron los despidos masivos por resultados empresariales sobre todo en la tecnología y las multinacionales de todo tipo de sectores productivos.
Y ahora vemos como en todo este tiempo desde el 2020 la gente que con ahorros más la jubilación se han conformado han dejado de trabajar para vivir la vida que les resta por vivir con mayor calidad que cuando por edad corresponda forzosamente abandonar la empresa llevándose su caja y la palmada en la espalda.
Las fuentes Reserva Federal de Saint Louis y publicada por Bloomberg dan al dato toda una bofetada social al primer mundo, en Europa a partir del 2030 la jubilación se va a instalar en los 70 años salvo para determinadas y obvias profesiones, a partir de los 70 años nuestro techo de necesidades es muy bajo así como la de disfrutar la vida que resta por vivir sin achaques y/o enfermedades más o menos graves y siempre ya crónicas. Si a esto sumamos que la esperanza de vida ha descendido bastante en los últimos años, pues blanco y en botella.