Por supuesto que hay amenazas en el entorno macroeconómico y sobre todo en el fangoso terreno del endeudamiento público que está a niveles apocalípticos si nos dicen hace unos años que llegaría a niveles actuales e incluso superiores. Los techos de gasto público se suben todos los años y es como ese globo que ya está muy tensionado y aún le echamos más aire a ver si explota, cuando explote si tendremos un problema grave y sobre todo duradero.
Pero los mercados de valores no están en esa pantalla futura, están en un bullish donde apenas se ha corregido este año y los resultados empresariales están acompañando al apetito inversor, eso si, un apetito muy selectivo como todos sabemos con claras preferencias por la megacapitalización de grandes tecnológicas. Lo cierto , tangible e indubitable:
1) Acciones
El mercado bajista de 2022 se está desvaneciendo de la memoria.
¿Por qué?
Estamos apenas a principios de junio y el S&P 500 ya ha alcanzado 25 máximos históricos.
¿Qué está impulsando al mercado al alza?
Dos cosas:
a) Mayores ganancias: el EPS operativo del S&P 500 TTM alcanzó otro nuevo máximo en el primer trimestre, un 8% más que el año pasado.
b) Múltiplos más altos: el entusiasmo por la revolución de la IA ha llevado a una expansión significativa de los múltiplos durante el último año, con un aumento del ratio P/E del S&P 500 del 19 % (de 20,5 a 24,3). Esta es la valoración más alta que hemos visto desde junio de 2021.