Ya hace años que venimos diciendo que Prisa sigue cotizando en el mercado por las refinanciaciones periódicas de sus proveedores y entidades financieras que por temor a no cobrar pues eso le van refinanciando su deuda dado que el grupo tiene una fuerte entrada de dinero gracias al Gobierno que aumenta cuando en el mismo está el PSOE de ahí que este grupo sea fiel escudero del inquilino de la Moncloa desde Felipe González dado que de ella depende la manutención de sus recursos humanos.
Hay que recordar que PRISA salió a la bolsa española a más de 20 euros y a cierre de ayer cotiza a 0.34 euros, poco más hay que decir, a día de la fecha no puede ni con los mínimos del 2020 estando en un bull market y ya solo es operable para trading que es lo más feo que se puede decir de una acción y más en un suelo durmiente.
¿Apostar? pues claro que si ¿por qué no? qué sabe nadie le puede dar un buen porcentajón como el mejor valor del mercado en unos cuantos días por alguna razón corporativa o rumores de adquisición , pero eso si, no se engañe, PRISA no está para invertir ni especular con ella, apostar pues eso , cada uno con su dinero que haga lo que quiera, eso si que le ponga un stop loss porque si falla la apuesta de de 0.34 a 0.24 euros se pierde lo mismo que de 100 a 70 euros y después ya se sabe para recuperar lo que tiene que subir.
Y los que la tienen de hace mucho tiempo pues las comisiones se habrán comido las acciones. Prisa es una destructora de dinero para los accionistas. Lo único bonito que podemos decir de la acción es que ha roto la bajista de febrero 2020 pero estructuralmente está y va a seguir estando en un suelo durmiente eternamente aunque de vez hasta que alguien se lleve o presente una concursal. Ni el País ni la SER sus buques insignia son los que fueron hoy está pues para eso mantener salarios hablando bien y defendiendo al gobierno.
La ayuda estatal es de tal calibre que hasta la SEPI podría usar la versión digital de este organismo para financiar a este conglomerado de medios.
El Grupo Prisa atraviesa desde hace tiempo una situación complicada. La empresa de medios, tradicionalmente afín al PSOE, tiene una deuda de 767 millones de euros. En cuanto al valor de su acción, ha caído desde los 2,83 euros de 2016 hasta los 0,31 euros en los que cotiza en el momento que se escribe esta información.
El empresario armenio Joseph Oughourlian es el presidente y máximo accionista del Grupo Prisa, con un 29,5% de los títulos a través del fondo Amber Capital. Su entrada en la compañía afloró en 2014 y fue nombrado presidente en 2021.
Ante la situación de la editora de El País y dueña de la Cadena Ser las fuentes consultadas por este diario ven una posibilidad clara de que el operador regrese al accionariado de Prisa. Cabe recordar que el Gobierno tiene a Javier de Paz como hombre de confianza en Telefónica y una buena relación con Oughourlian, que además participa en la estatal Indra con un 7,2%. «Es una maniobra esperable (la entrada de Telefónica en Prisa), si la SETT entra previamente en el operador. Tiene todo el sentido», aseguran otras fuentes a este periódico.