El peso argentino registró una apreciación del 40% en términos reales en 2024, según un informe de GMA Capital basado en datos del Bank for International Settlements (BIS). Este aumento se atribuye al esquema cambiario implementado por el gobierno, que controló la devaluación mensual del peso en un 2%, un ritmo muy por debajo de la inflación anual, lo que mantuvo el peso fuerte.
El fortalecimiento del peso contrasta con devaluaciones de monedas como el real brasileño (-12,8%) y el peso mexicano (-11,5%). No obstante, la apreciación generó efectos mixtos en la economía. La cuenta corriente argentina acumuló un déficit de 3.636 millones de dólares en el tercer trimestre, en parte debido la salida de divisas para turismo. Sin embargo, el sector energético podría compensar estas salidas, con un superávit proyectado de 7.400 millones de dólares para 2025.
En cuanto a los salarios en dólares, estos se encuentran en niveles cercanos a los del bienio 2008/2009,con un promedio de 1.100 dólares al tipo de cambio mayorista, lo que ayuda a las empresas a mantener ciertos costos bajo control. Esto, junto con medidas de desregulación y reducción del gasto público, podría permitir mantener un tipo de cambio apreciado sin comprometer la estabilidad económica.
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