Que la Sra. May quiere doblar la tasa por contratar extranjeros fuera de la Unión Europea, pues muy bien que los paises de fuera de la Unión Europea digan a la señora Sra. May que desde la misma fecha que se aplique tal tasa las empresas británicas asentadas en suelo fuera de la UE van a pagar el doble fiscal que les corresponda. Y ya está, a ver cuanto va a durar la puñetera tasa esa cuando los lobies del Reino Unido le digan a su Gobierno retiren la estúpida medida que nos va a costar un ojo y la mitad del otro.
El Reino Unido es aún un imperio económico aunque muchos crean que no, y no creo que esté para este tipo de medidas en su suelo patrio cuando explota sin conmiseración recursos o tiene licencias comerciales con los países de esos trabajadores a los que pretende penalizar para que no vayan a su Isla a trabajar. Donde las dan las toman.
Pero claro para eso hace falta una unión política y económica que el segundo y tercer mundo en foros supranacionales no tienen ni se la dejan tener claro porque enseguida el resto del mundo libre tildaría de boicot la actuación contra el Reino Unido y sin embargo esta medida puramente xenófoba será hasta aplaudida y seguida por otros como ejemplo para salvaguardar la vieja Europa de la inmigración.
Da temor que los partidos tradicionales de los países europeos están encontrando en la demagogia y populismo un buen filón de votos que ahora se están llevando otros, han pensado que decorando sus programas electorales con este tipo de medidas pues eso, atraen a parte de la clase media indignada que como castigo si bien no se ha radicalizado tampoco va a votar y si no votan son menos votos.
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