www.elpais.com La Comisión Europea presentó ayer una propuesta para centralizar y reforzar el control de las agencias de calificación de riesgos ante la ineficiencia de las reformas efectuadas recientemente. El objetivo es asegurar la máxima transparencia y acceso a la información sobre el funcionamiento de estas entidades, cuyas decisiones son decisivas para la valoración de la deuda soberana de los Estados y la valoración de las emisiones de las empresas y la banca.
Teniendo en cuenta que los servicios de estas empresas no están vinculados a un territorio determinado, Bruselas propone que su control sea verificado de manera exclusiva por un supervisor europeo, la Autoridad Europea de Mercados y Valores (AEMV), que es una de las futuras cuatro nuevas instituciones previstas en la reforma del sistema financiero de la UE. La nueva autoridad controlará a las tres grandes agencias que realizan esta actividad, Fitch, Moody’s y Standard and Poor’s, así como a sus filiales europeas. Bruselas no oculta su frustración por los pocos logros conseguidos hasta ahora en asegurar una mayor transparencia en el funcionamiento de estas entidades, cuyas decisiones son determinantes para fijar el coste de la financiación de los Estados.
Las agencias han sido muy criticadas por su incapacidad al no haber detectado la crisis financiera antes de que estallase en 2007, y por haber sido condescendientes con la valoración de las subprimes (hipotecas basura) dándoles la máxima calificación, y por la manera en que han decidido de manera precipitada la rebaja de la nota de solvencia de los países con dificultades.
En este sentido, el presidente de Moody’s, Raymond McDaniel, admitió ayer los fallos de su sistema de análisis, que contribuyeron a la crisis financiera al dar buenas evaluaciones a títulos hipotecarios de mala calidad. En una comparecencia ante la Comisión de Investigación sobre la Crisis Financiera de Estados Unidos, creada por el Gobierno y el Congreso, McDaniel confesó que el nivel de precisión de las evaluaciones de la compañía «ha sido profundamente desalentador». «Moody’s ciertamente no está satisfecho», afirmó McDaniel en un testimonio por escrito que presentó a la comisión, que ayer celebró su audiencia en Nueva York.
Por su parte, Warren Buffett, el rey de Wall Street, sin excusar el papel que pudieron jugar las agencias de calificación, dijo que «se equivocaron como todo el mundo» y que la crisis financiera fue fruto de una «mentalidad colectiva de burbuja» que consideraba que los precios no podían desplomarse. Mentalidad que impidió a los árbitros del riesgo anticipar que la vivienda se vendría abajo, lo que puso en cuestión su modelo de negocio.
«El alza de precios es un narcótico», admitió el inversor ante la misma comisión. Buffett cree que el modelo de negocio de agencias está amenazado. «Si lo hubiera visto venir, habría vendido las acciones hace años», admitió distanciándose.