www.elmundo.es El temor se ha apoderado de la Bolsa española, sobre todo del sector bancario. La obligación de las entidades de devolver el próximo jueves 1 de julio al Banco Central Europeo (BCE) 442.000 millones de euros que solicitaron hace un año en una subasta ha desatado el miedo.
El Ibex ha abierto con una caída del 1,79%, pero a lo largo de la mañana sigue perdiendo posiciones, con descensos que rozan el 3%.
La banca es la principal perjudicada. El Banco Popular se desploma un 3,8%, mientras que BBVA, Santander y Bankinter también caen por encima del 3%.
El BCE lanzó hace un año la mayor subasta de su historia, en la cual los bancos del sistema euro podían solicitar los préstamos que quisieran a un tipo de interés del 1%. Como consecuencia, 1.100 entidades pidieron 442.240 millones de euros.
Originalmente el BCE había previsto que su programa especial fuese venciendo poco a poco. «Pero la crisis financiera sigue afectado a la eurozona», según ha asegurado a la agencia Dpa el economista jefe de Helaba, Ulf Krauss.
Para que el sistema financiero no se quede ahora sin liquidez al tener los bancos que devolver los fondos de golpe, el banco central hará el miércoles -un día antes del vencimiento- una subasta a tres meses al 1%.
Sin embargo, las entidades no pedirán la misma suma. «Los bancos no solicitarán tanta sobreliquidez como hasta ahora», estima el analista Klaus Schrüfer del SEB. Sin embargo, ante la elevada suma de 442.000 millones de euros cree que «habrá un cierto nerviosismo en los mercados».
Schrüfer opina que los bancos disponen actualmente de muchos fondos en vista de las sumas que depositan todos los días en el BCE. El viernes los depósitos ascendieron a 250.000 millones de euros tras los 214.000 millones del jueves.
Lluvia de dinero
El depósito de fuertes sumas implica grandes tensiones en los mercados de capital. Por lo general los bancos evitan la posibilidad de depositar o pedir sumas a un día de forma directa al BCE porque la tasa de interés es comparativamente baja.
Durante la crisis financiera, el BCE y otros bancos centrales inundaron de dinero los mercados debido a que los bancos dejaron de prestarse fondos unos a otros por la desconfianza mutua y el sistema estaba paralizado.
El vencimiento del jueves podría aumentar ahora la presión sobre los bonos del Estado de países en dificultades como Grecia, según los analistas. «Uno u otro banco podría intentar ya encontrar compradores para sus bonos y tan sólo la búsqueda afecta al mercado», según Kornelius Purps, estratega de tasas de Unicredit.
Presión sobre el BCE
Ante esta situación, algunas entidades están presionando al BCE para que prorrogue los fondos. Según publica el Financial Times, las presiones llegan en en especial de los bancos españoles, que intentan que el BCE alivie el impacto sistémico por el final del programa extraordinario de financiación.
Según el diario, los bancos tachan de «absurdo» el comportamiento de la institución presidida por Jean Claude Trichet al no renovar esta línea de financiación.