Si ETA cree que haciendo una declaración de intenciones en la cual decide cesar su actividad armada definidamente es resolver el conflicto Vasco, o nos toman por imbéciles o lo que quieren es echar tierra al asunto deprisa y corriendo y decir venga españoles «pelillos a la mar» a un mes justo de las elecciones.
Pues no, lo de ayer tarde solo ha sido el primer paso, en rendirse ante la evidencia de que la Democracia gana siempre al descerrar dos tiros a alguien a traición, a ponerle una bomba bajo el coche, o cargar un vehículo de explosivos y hacerlo estallar al paso del objetivo, no, ahora les quedan más pasos que dar.
El siguiente entregar todo el arsenal de armas y material para atentados, localizaciones de zulos y ubicación de todos los pisos francos y sistema logístico de la Banda, vamos todo su sistema logístico, luego listados y datos personales de afiliados, de liberados, de simpatizantes, de miembros de distinto orden y clase, vamos todos sus recursos humanos.
Y luego el Gobierno tendrá que convocar a las víctimas del terrorismo y convocar una reunión entre las partes para dilucidar responsabilidades y penas, porque claro, en el conflicto vasco eufemismo de 50 años de terror y dólor hay partes a la que ETA debe satisfacer por completo, primero a las víctimas inocentes particulares y luego al Estado español como víctima institucional.
ETA cierra su negocio no por convicción, sino por necesidad e interés, necesidad porque España y Francia le estaban dando por todos los lados, los cabecillas que se iban sucediendo duraban en el cargo dos telediarios, se estaban quedando sin infraestructura y sobre todo a los que pillaba la policía cantaban como Pavarotti, y claro caía otra célula más de la prevista, en resumen que se quedaron en cuadro y poco menos que quedaron unos cuantos que se dedicaban a ir a garajes a cobrar el impuesto revolucionario en efectivo al empresario de turno.
Y por interés pues claro, ahora con Bildu y otros partidos que vendrán con su mismo corte y estilo irán ocupando el poder regional pues el chollo está garantizado, salir de ETA es como tener plaza ganada en la Administración Vasca, de lo que sea, en donde sea, un sueldo del erario público y a vivir que son dos días, curriculum «estuve en ETA de tal año a tal año»; aprobado y plaza en propiedad. No habrá más oposición ni proceso de selección.
Al final podría darse la paradójica situación de que tras poner bombas y quebrar familias en todos los sentidos el premio sería vivir del estado democrático y de derecho encima desde su administración pública, pues no, para evitar eso que entreguen censo y registro de activistas para impedirles de por vida acceder a cargo público de ningún tipo.
Tras ver y oír las declaraciones de los portavoces de la Banda, ellos se han autoadjudicado una ley de punto final, ellos se otorgan unilateralmente ser juez y parte y su sentencia es nosotros nos vamos pero a partir de ahora a dialogar y a consensuar condiciones que satisfagan a ambas partes.
Pero dialogar con quien, para qué, por qué, con qué objetivo, cómo va un Gobierno a hablar con terroristas para negociar condiciones de qué, no, esos señores se han rendido y ahora pasan a disposición judicial como lo que son; asesinos, a ver si pegarle un tiro en la sien o en la nuca a una persona indefensa, o poner una bomba lapa en los bajos de un coche , o en el garaje de un hipermercado se va a tomar por homicidio involuntario, o daño colateral en incursión militar, venga, venga.
Los que están en las cárceles, penas completas, los que van a entrar o deben de entrar tras su rendición de ayer pues por la imputación judicial que les corresponda, luego tendrá que ser como antes comenté las víctimas quienes deben dictar final sentencia de acuerdo con un Juez y con el Gobierno de turno, el «PERDON» y el «PUNTO FINAL» solo lo puede emitir y firmar las victimas, no autoasignarselo ETA como si aquí no hubiese pasado nada.
Si ayer concluyó la historia de la ETA en España, triste y vacía historia ha sido la de esta gente , han sido cincuenta años de infundir miedo , dolor y muerte, de sometimiento y conculcación a las libertades más básicas, del chantaje más vil y de la amenaza más abyecta, OCHOCIENTAS VEINTINUEVE VICTIMAS desde la primera de ellas una pobre niña a la última un joven policía francés.
Los que ya no están en este mundo seguro que perdonarán pero no olvidarán que les fue arrancada su existencia de cuajo, porque un desalmado, un iluminado o un falso mesías que se otorgaba el derecho de hablar y actuar en nombre de los Vascos y las Vascas había puesto una X sobre una foto, luego la fría entrega de la mítica 9 mm Parabelum o de una maldita carga de goma-2 y el grito de rigor para imitar la disciplina militar de un comando de liberación.
Al final no consiguieron nada, OCHOCIENTAS VEINTINUEVE VICTIMAS impidieron que la ETA consiguiera algo, ese ha sido su justo premio, nada y cárcel, y si me permite un consejo las autoridades a todos aquellos que hicieron carrera universitaria en presidio les revisaría todo su expediente uno a uno, porque todo el mundo sabe que ETA gestionó títulos universitarios para sus caídos y presos a golpe de pistola y amenaza personal a Catedráticos; que eso tampoco quede impune.
El pueblo vasco es grande, fuerte, unido, su identidad la han ganado por historia, nacimiento y sentimiento, no han necesitado nunca de gente que les libere de nada, han obtenido su autonomía por las urnas no por las armas y de llegar la autodeterminación pues llegará pero llegará de la paz, del consenso, del acuerdo entre hombres y mujeres de buena voluntad, no porque cuatro se sientan lideres de una Causa que solo existe en sus egos personales, porque sin ella no son nada, no son nadie.
La gran lección que se ha llevado la ETA es que tras cincuenta años de lucha armada lo único que han conseguido es matar a OCHOCIENTAS VEINTINUEVE INOCENTES y lo único que les honra a los últimos exponentes de la Banda es que les da vergüenza seguir matando inocentes porque se han dado cuenta de que haciéndolo no representan a nadie ni va a ningún sitio; bueno si, a la cárcel.