Según recoge el diario estadounidense The Wall Street Journal, a finales de 2007, Santander vendió bonos convertibles entre 129.000 clientes. El precio de canje que fijó entonces fue de 16,04 euros, aunque en noviembre de 2008 ajustó el precio hasta los 14,63 euros. Ayer las acciones del banco cerraron en 5,78 euros. Esto supone un descenso del 60% con respecto al precio fijado hace tres años.
En este tiempo, los inversores han podido consolarse de la pérdida de valor de su aportación inicial con la retribución abonada por el banco. El producto ofrecía una rentabilidad del 7,5% TAE -un 7,3% nominal- en el primer año, interés que pasa al 2,75% durante el periodo de vigencia restante hasta el momento de la conversión, en octubre de 2012, cuando los bonos pasan automáticamente a ser acciones.