Como vuela el tiempo. El pasado 9 de diciembre hablé de que los 1160 me parecían relevantes en el S&P 500. Son el punto donde hay que empezar a defenderse de verdad. De todas maneras, el nivel es medianamente arbitrario. Es solo mi opinión basada en la lectura de los gráficos (ese arte inmemorial y peligroso). Básicamente, lo que opino es que si un rebote desde mínimos (4 de octubre) vuelve a cargar a la baja y rompe un mínimo intermedio relevante (1160) hay que tener cuidado, no vaya a ser la continuación de un movimiento bajista. En cualquier caso, siempre hay que ser flexibles y entender que no hay «líneas definitivas» y que puede romper los 1160 y luego volver a alza. Pero esa es otra historia y de momento ese es el punto de defensa.
Después ese nivel de 1160 se corresponde con los mínimos formados en el IBEX en torno a los 7600. De hecho, el doble suelo (septiembre y noviembre) en el selectivo ibérico es tan claro, que para mi esa es una zona de soporte fundamental:
La situación es volátil e incierta, pero al menos nadie se podrá quejar de que la línea donde el escenario cambia radicalmente, no está clara. Y esa información ya es bastante. No siempre uno tiene claro que un determinado punto signifique una cosa u otra. No siempre hay un punto donde trazar una línea y decir «aquí» esto y lo otro. Por eso me gustan los dobles suelos, ya que nos muestran claramente puntos relevantes del mercado.
Por otro lado, alguien me comentó recientemente que había cambiado mi estilo de trading ya que antes operaba con mucha frecuencia y ahora estoy con una gran apuesta en los bonos (a la baja). Mi respuesta es que no. Siempre digo que no se navega igual en medio de un día de calma chicha que en medio de una tormenta. Cuando crees que estas ante una gran oportunidad, carece de sentido estar comprando y vendiendo como un loco. Simplemente, tomas esa oportunidad (enorme en este caso), te sientas a esperar y gestionas la posición si empieza a ir mal.
Cuando vuelva la tranquilidad, y esta oportunidad salvaje desaparezca, entonces volveré a «picotear» el S&P 500 y el VIX. Una metáfora sería como lo que hace Messi con sus cambios de ritmo. No se puede hacer siempre lo mismo y hay que adaptarse a las oportunidades y a los ritmos del mercado según la ocasión.
» Existe el simple loco, que hace siempre, y en todas partes, lo que no debe hacer, pero existe también el loco de Wall Street, que cree que debe negociar todo el tiempo»
Por otro lado, alguien me comentó recientemente que había cambiado mi estilo de trading ya que antes operaba con mucha frecuencia y ahora estoy con una gran apuesta en los bonos (a la baja). Mi respuesta es que no. Siempre digo que no se navega igual en medio de un día de calma chicha que en medio de una tormenta. Cuando crees que estas ante una gran oportunidad, carece de sentido estar comprando y vendiendo como un loco. Simplemente, tomas esa oportunidad (enorme en este caso), te sientas a esperar y gestionas la posición si empieza a ir mal.
Cuando vuelva la tranquilidad, y esta oportunidad salvaje desaparezca, entonces volveré a «picotear» el S&P 500 y el VIX. Una metáfora sería como lo que hace Messi con sus cambios de ritmo. No se puede hacer siempre lo mismo y hay que adaptarse a las oportunidades y a los ritmos del mercado según la ocasión.
» Existe el simple loco, que hace siempre, y en todas partes, lo que no debe hacer, pero existe también el loco de Wall Street, que cree que debe negociar todo el tiempo»