Hoy el come-come, el cuece-cuece que diría Mota esta radicado en las palabras de Emilio Botín porque me niego a referirme a él con el «Don» delante y mucho menos «Señor» y en la reforma laboral que según la prensa salmón va a empezar por conceder a los empresarios el tan ansiado por ellos despido con 20 días por año trabajado.
El primero, qué decir de este señor para no faltarle al respeto tampoco por mi parte volverle a reiterar que tiene que hacerse mirar esas pérdidas de memoria y lagunas mentales porque decir «no prestamos porque la demanda no es solvente», «los políticos tienen mucha culpa y nosotros poca de lo que está pasando» pues me parece un acto de fariseismo público deleznable.
Este señor negó la burbuja inmobiliaria pero estaba metido en ella por todas las vías posible drenando increíbles beneficios a través de fondos de inversión (recuerden BANIF), daba dinero a los españoles todo el que querían y más (recuerden el «hipotecón y el superhipotecón»), prestaban dinero a los promotores y empresas de construcción, vendían productos creados por la ingeniería financiera de Wall Street (ellos estuvieron en Lehman Brothers vendiendoles sus productos estructurados), vamos que como decimos por aquí la Banca de la que él se subroga ya su representación se puso hasta el «culo» de beneficios, pasando olímpicamente de todas las alarmas de riesgo.
Ahora que todo ha estallado, ahora que estamos en el fango, ahora que España y los Españoles estamos bañados por una baba espesa que la llaman crisis, ahora la culpa la tienen los políticos y seguramente los españoles por comprar casas tan caras, pero es que aparte de olvidadizo Botín es malagradecido porque no menta que los políticos son los que están procurando que a la Banca no le falte dinero. Ojo que un servidor por supuesto que piensa que la culpa de todo es política pero también financiera, la gasolina no arde si no hay combustión.
Que ha sido al único sector mercantil al que se le está ayudando a refinanciarse y sanearse, y eso que es el que más ha ganado y sigue ganando. Al que se le está dotando de capital a tipos de interés y plazos para devolverlos de risa, y encima ni ayudan a la economía real y ni tienen sus cuentas claras, y para colmo quieren más, porque para la subasta del 29 de Febrero del BCE dicen que quieren 1 billón de euros. Escandaloso, señores, escarnio y mofa lo de Botín y por extensión lo del sistema bancario que ahora dice que van a endurecer más aún las condiciones para los préstamos.
Pues claro le dan dinero al 1% y compran Deuda «para hacer un favor al país» al 3-4% y prestan para «ayudar a la economía» al 6-7-8% pues hagan cuentas señores, vamos un servidor ahora mismo ante este descaro e ignominia si fuera el BCE penalizaba con un 5% a todo Banco que no pusiera en circulación el dinero que ha recibido al 1% es que de verdad ya es que parecen estúpidos nuestros gestores públicos permitiendo tales abusos mientras a la ciudadanía nos la meten doblada y tenemos que comulgar con ruedas de molino.
Y ya lo de Reforma Laboral del Gobierno por la «vía dura» pues se esperaba, sinceramente esperaba 30-33 días un servidor ni los 45 de toda la vida ni los 20 abusivos de los empresarios, si son 20 al final pues queda claro a qué lado se ha escorado el PP, eso a corto plazo será malo para los trabajadores, a medio será bueno porque se tendrá que descongestionar el cuello de botella del empleo pero a largo plazo socialmente hablando será un desastre, 20 días ya es casi la antesala del despido libre y en unos años será la principal causa de exclusión social en este país, quiero decir que con una reforma dura y escorada al lado empresarial la brecha entre ricos y pobres aumentará porque la clase media descenderá en un 85% hacia la baja contra un 15% que lo hará hacia la alta.
Los mercados financieros por supuesto aplauden con las orejas todo lo que sea recortar, ahorrar, diezmar derechos adquiridos, todo eso se traduce en dinero y beneficios para la empresa y el Estado por lo que el descuento de esta buena noticia ha sido rápidamente por un Ibex que recupera y por una prima de riesgo que baja a casi 300 base de su actual rango.
Antonio A. García Rivero