Esta crisis no es una enfermedad, es un cáncer.

Vaya por donde vaya, hable con quien hable la actual  crisis está presente en el ambiente y en las conversaciones, pero hete aquí que la ciudadanía cree que lo que estamos viviendo y padeciendo es una enfermedad que nos ha tocado soportar. Vamos con una bronquitis, algunos más informados pues vienen a decir que es una neumonía y los más pesimistas y exagerados pues que de esta no salimos y nos vamos para la tumba.

Parafraseando o jugando con el argot médico toda enfermedad tiene una fase incubante, sintomática, manifiesta y cesante, pues exactamente así parece funcionar la psique de los españoles con respecto al entorno político-económico que nos está tocando vivir.

Una fase incubante donde hace unos años se vivía «en el viva la pepa» donde nuestros gestores públicos flotaban en dinero y en lo último que pensaban era en servir al pueblo si no servirse de él, huelgan ejemplos  y no voy a aburrir  a nadie con los pelotazos inmo-financieros por todos conocidos, pero si decir que para que se produzca un «pelotazo» hace falta un político corrupto, un empresario indecente  y una ley deficiente.

Luego le siguió la fase sintomática, precios de la vivienda bajando, producto interior bruto decelerando, paro aumentando y los «casos» de pelotazos destapándose, liquidez huyendo de los mercados haciéndolos tambalearse más  la típica lista de datos macroeconómicos rojeando.

Ahora desde que en 2010 Bruselas le dijo a Zapatero «haga reformas urgentes y ya» hemos comenzado la manifiesta: recesión económica, desempleo en porcentajes históricos e histéricos, reducciones drásticas y dramáticas del gasto público, subida de impuestos y tasas, reformas administrativas, financieras, económicas y laborales urgentes, en fin qué les voy a contar que no sepan a nada que lean un portal de prensa digital.

Pues si amigos, el ciudadano español cree que todo esto es un proceso natural , orgánico y biológico del que se va a salir como de una enfermedad, que va a costar muy probablemente sangre, sudor y lágrimas pero como aún el grado de población afecta no es holocaustico como en Grecia o Portugal pues resignación, aguantar como se pueda  el chaparrón que de esta también vamos a salir que esta sería ya la fase cesante.

Mucho me temo que esto no es así, que no estamos estamos hablando de una enfermedad ordinaria , si no de un cuadro tumoral donde no se no ha detectado una bronquitis o una neumonía, si no un tumor en el pulmón con vías de metástasis que afecta ya a otros órganos.

Ojo, que con esto no doy la razón a los profetas con Nobel en sus vitrinas de su salón o  los cantamañanas de la prensa salmón que tildan la situación de terminal y de punto final para el capitalismo tal y como lo conocemos actualmente, no, por favor, realista si, tremendista no.

Cuando tenemos un cáncer lo que tenemos que pensar es cómo lo vamos a superar y no cuanto tiempo nos queda de vida, si hacemos lo segundo la angustia nos acelerará el proceso en nuestra contra, si hacemos lo primero la simple oposición o la inconformidad serán medicinas extras para luchar contra el mal que nos aqueja.

Rajoy tras la Reforma Financiera y Laboral ha dicho claramente y con razón desgraciadamente que ni la primera traerá dinero al mercado ni la segunda empleo a la maltrecha economía española, los Bancos están acumulando cantidades industriales de capital en condiciones excepcionales  para sanearse y refinanciarse a sí mismos y lo empresarios desde los pequeños a los grandes quien no está mal no piensa por el momento invertir porque no percibe que sea el momento de hacerlo de ahí que muchas firmas españolas exporten dinero a paraísos fiscales y al área dólar.

Mientras el Estado  acosa a la masa asalariada, social   y funcionarial para poder combatir la crisis reduciendo a su costa  el gasto público (podando estado del bienestar)  y subiendo impuestos,  el piano de dos teclas de toda la vida, es decir sólo está contribuyendo una parte de cuatro, sobre una de las cuatro patas que descansa la economía está recayendo todo el peso de la misma.

Volvamos al ejemplo del Cáncer para explicarme mejor con este símil, a un enfermo oncológico se le hace comprender enseguida que su curación pasará por una serie de fases pero de fases  dependientes entre sí  y quien lo va a curar será una interacción entre instrumental tecnológico,  cirugía, medicamentos, cuadro médico y su estado psicológico, desgraciadamente si no hay interacción, no hay cura.  De nada nos vale tener un buen equipo médico sin medios, medios sin equipo médico competente, mucho instrumental con un paciente negativo y derrotado, en fin que si falla alguno de los factores el fracaso gana muchos enteros.

Pues esto es lo que quiero decir con el tema económico de nuestro país, de aquí se sale empujando todos a la vez y con las mismas ganas, y el Gobierno tiene que ser el Capitán o el Patrón  que lo coordine todo para las fuerzas actúen ordenadamente. Trabajadores, Capital, Empresarios deben poner sus capacidades a disposición del bien común no del particular.

Si la Banca que ha sido «la mimada» de esta crisis, a la que se la ha salvado literalmente de la ruina dándole dinero en condiciones ventajosas no entiende que tiene que destinar parte de ese capital para irrigar la economía real el Gobierno la debe penalizar, debe castigar a la Banca con la devolución del dinero o de un cobro muy superior de intereses.

A los empresarios se les debería dar en función de su aportación al sistema, empresario que crea empleo y expande su negocio:  facilidades, incentivos, concesiones, acceso a préstamos en condiciones iguales a la de los Bancos, hasta el punto de que pueda tener el mercado laboral adaptado a él, es decir que él decida los contratos que quiere y necesita para su negocio y le sea concedido.

A los trabajadores hay que explicarles que el estado del bienestar es muy caro,  que no se puede sostener y menos con conductas y formas sociales propias de hace décadas, el empresario no tiene porque ser el padre de nadie, ni tiene que emplear de por vida a nadie, el empresario tiene que ser justo y ecuánime, no debe pretender siempre ganar él, no puede seguir anclado en el máximo beneficio al mínimo coste,  o abusar de un trabajador porque sabe que tiene la necesidad de trabajar y que el trabajador tiene mucha competencia por el estado actual del mercado de trabajo.

Si no corregimos o invertimos la actual conducta de  Bancos, Trabajadores y Empresarios españoles  , el Estado o nuestro Gobierno nos va a llevar al mismo destino donde se encuentra Grecia hoy, al borde del colapso (oficial porque realmente ya los griego entraron en él) económico, político y social, si fuéramos un barco nos hundiríamos por escoramiento de la carga (toda sobre los Trabajadores no puede ser).

Para navegar debemos distribuir los pesos para que los motores muevan eficientemente la nave, como digo la Banca tiene que poner dinero o ser sancionada, los empresarios mover el mercado de trabajo para romper su cuello de botella, los trabajadores comprender que este mundo es muy cambiante y dinámico,  que quien no se adapta muere, hay que estar en formación continua, que ser eficientes y productivos no es trabajar más si no mejor.

Si pedimos opinión de la  situación a cualquiera de las partes, cada una mira para sí misma y nos dirá lo mal que está, pero tiene que ser el Gobierno quien las haga pensar en un todo, en un bien común, en un esfuerzo global y conjunto para poder salir de estos lodos.

Si le preguntamos a la Banca nos dirá que tiene una Reforma Financiera que cumplir que con ella no cuenten este año, si le preguntamos a los empresarios nos dirán que no les llega dinero, no pueden invertir y que de crear empleo hay que olvidarse por el momento, y si le preguntamos a los Trabajadores nos dirán que el Gobierno se está cebando con ellos, que son los que están pagando la crisis en carne y miserias y que esto va a seguir hasta que les dé la gana a los de arriba.

Así de claro señores las partes de esta crisis quieren primero que se les resuelva su problema para luego aportar para salir de ella, si nuestro Gobierno no ve esto, o vamos a tardar la de Dios en salir o nos vamos antes con Grecia a tomar por viento fuera de la Eurozona, porque tras Grecia ya está Portugal a la cola y tras ella España e Italia porque Irlanda hace sus deberes bien al parecer.

Para terminar creo que he dejado claro que de esta crisis se sale uniendo esfuerzos,  que los problemas actuales de cada pata que sostiene nuestra economía se resuelve si una pata ayuda a otra primero, si la Banca ayuda al empresario con capital barato, el empresario ayuda creando un puesto de trabajo, y desde que eso se produzca la maquinaria económica se va a poner en marcha como el típico tren de las películas del Oeste.

Mientras no suceda esto seguiremos bajo la estela griega rumbo al precipicio, a la rotura definitiva de la zona Euro y al caos en todos los significados de la palabra, y cuidado porque si entramos en él emergerán nuevos peligros no esperados por nadie, o lo que es peor, cosas que todos suponíamos superadas e imposibles que sucedan en nuestro orbe cultural.

¿Qué a que me refiero? si, me refiero a hambre, a necesidades sociales  extremas, a violencia en todas sus expresiones, a fascismos, a ver morir gente por falta material de medios, no me refiero a que vuelva la tuberculosis o la lepra no, me refiero a que la gente no va a ser bien atendida en problemas de salud mayores por falta de recursos médicos al estado no ingresar a la Seguridad Social.

Esto no es ciencia ficción, ni pintaros un escenario catastrofista, no, esto ya sucede en muchos países del segundo mundo, y no digo del tercero porque eso es obvio, si no salimos de esta vamos a bajar un mundo, del primero al segundo, vamos a estar al nivel de los países sudamericanos, más en crisis que nuestra economía se encuentra nuestro Estado del Binestar, a este último ya lo podéis dar por perdido porque será el precio que tendremos que pagar para poder seguir viviendo.

En el caso de nuestro enfermo de cáncer este tiene que aceptar que unos de los efectos colaterales de su curación puede ser la pérdida de un pulmón, el daño colateral de superar esta crisis va a ser sin lugar a dudas el estado del bienestar que va a quedar severamente mermado.

Antonio A. García Rivero.

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