Cuando se habla de paro se pueden distinguir dos tipos muy diferenciados:
Paro friccional: se origina por el tiempo que transcurre para casar la oferta y la demanda de trabajo. Desde que persona comienza a buscar trabajo hasta que lo localiza transcurre un tiempo: envío de CV, visita a las oficinas de empleo, entrevistas, etc.
Paro estructural: se produce cuando la demanda de trabajo es menor que la oferta de trabajo, o cuando hay desajustes entre el trabajo ofertado y el demandado (capacitación, localización geográfica, etc.).
El paro que realmente importa es el paro estructural.
¿Cómo se mide el paro?
La población adulta de un país se clasifica en población activa (incluye las personas ocupadas y aquellas que no tienen trabajo pero que querrían trabajar) y población inactiva (aquel colectivo que no tiene trabajo ni lo busca: amas de hogar, jubilados, estudiantes, etc).
Tasa de paro = nº de desempleados / población activa
Para tratar de reducir el paro el gobierno puede adoptar medidas de política de demanda o de política de oferta.
a) Política de demanda
Incluye medidas destinadas a relanzar la demanda. Pueden ser:
Medidas de política fiscal (bajar impuestos, aumentar el gastos público).
Medidas monetarias: aumentar la oferta monetaria para bajar los tipos y relanzar la inversión.
Medidas que afectan al tipo de cambio: dirigidas a depreciar el tipo de cambio y relanzar las exportaciones.
La eficacia de estas medidas dependerá de cómo de lejos se encuentre la economía de su nivel de producción de pleno empleo:
Si está muy por debajo es posible que estas medidas consigan aumentar el nivel de empleo, pero si la economía se encuentra próxima a su nivel de pleno empleo estas medidas suelen incidir poco en el empleo y generan en cambio inflación, con pérdida de competitividad internacional.
b) Políticas de oferta
Tratan de actuar sobre la curva de oferta agregada, desplazándola hacia la derecha. Son diferentes medidas orientadas a conseguir mejorar la tecnología, mejorar la productividad, incrementar la tasa de ahorro e inversión, etc.
Algunas medidas que podrá adoptar el gobierno son:
Fomento de la competencia: vigilancia de posiciones monopolísticas, liberalización de los mercados, privatizaciones, desregulaciones, etc.
Capacitación de los trabajadores, ayudas a proyectos de inversión (subvenciones, desgravaciones, etc.).
Incentivos en I+D (investigación y desarrollo).
Mejoras de las infraestructuras.
Reducción de impuestos a trabajadores y empresas.
Subvenciones a empresas que creen empleo.