Un servidor cree a pies juntillas que lo que sufre hoy el IBEX es simplemente una «corrección cósmica y cómica», la penitencia que impone los sacrosantos hilos de los mercados que aunque o parezca mentira convierten a la Bolsa en una máquina sabia que sabe compensar su excesos o defectos anteriores.
La gran mano de la Bolsa decidió proceder contra nuestro soberbio y presuntuoso Ibex que se creyó quien no era, lo juzgó y le impuso condena diciéndole: » si primero fuiste, ultimo serás, a quien enriqueciste arruinarás, de quien te reíste te superará, lo que subiste lo bajarás, lo que ganaste lo perderás y más con el doble de todo; purgarás».