Dos preguntas muy importantes donde está el meollo de la cuestión

¿Que supone para Argentina y para España? En Argentina, YPF es el principal contribuidor fiscal (6.400 millones de dólares en 2011) y uno de los mayores generadores de empleo (14.000 puestos directos y 32.000 indirectos). En los 90, fue el mayor éxito en la carrera de internacionalización de las empresas españolas en Latinoamérica. Para Repsol, es la joya de la corona: dos tercios de su producción, y una quinta parte de sus activos y resultado operativo.

¿Por qué Kirchner quiere recuperar ahora YPF? Las autoridades argentinas acusan a Repsol de provocar un descenso de la producción de YPF. Quizás tengan parte de razón, pero bajo ese pretexto subyacen otros intereses. La presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, ha encontrado en YPF la horma de un nuevo populismo. En 2011, renovó su mandato en las elecciones presidenciales con una mayoría que no se veía en décadas y que ahora utiliza como una apisonadora. Además, algunos analistas aseguran que lo que el Gobierno Kirchner pretende es solucionar un problema financiero: las importaciones energéticas del país ya ascienden a 14.000 millones de dólares (10.600 millones de euros). Para ello, el Gobierno estaría adquiriendo la joya de la corona de Repsol a precio de saldo (tras haber hundido la cotización de YPF con la retirada de licencias). Y además, Kirchner tomaría directamente el control del yacimiento de gas pizarra de Vaca Muerta, el tercer yacimiento de hidrocarburos no convencionales más grande del planeta (22.807 millones de barriles equivalentes de petróleo -con un valor de mercado estimado superior a los 250.000 millones de dólares-).

fuente: http://www.expansion.com/2012/04/16/empresas/energia/1334595688.html

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