Argentina no solo ha expropiado a REPSOL sino que la ha reventado financieramente, sus pérdidas por este affaire la puede llevar contra las cuerdas, desde luego el K.O. ha sido por un golpe bajo tras el tañido de campana. Brufeau y el Gobierno español tendrán que lograr algo en el sentido económico porque de lo contrario la compañía empezará a tomar medidas desagradable como poner a un número indeterminado de trabajadores en la calle y dejar sus balances con un agujero negro irrrecuperable.
Por el momento este tema ha dejado a sus inversores fuera de juego, su descapitalización bursátil está siendo brutal e insostenible y ha expulsado de la compañía a todo tipo de manos: fuertes, institucionales, internacionales a través de todo tipo de vehículos o productos financieros indexados a la compañía.
Kirchner asesorada seguramente por su delfín, un Rasputín Keynesiano joven y de agresividad sin par parece estar bajo todo este contubernio demagogo-populista, desde luego el coste político y económico futuro para Argentina puede ser brutal con un prima de riesgo que excede los 1.000 puntos.
Pero en el corto plazo, la victima ha sido REPSOL y un servidor no ve, no oye, no siente un clamor general internacional contra la Señora Presidente , y claro como no lo hay la Señora se anima a expropiar también el GAS y a proponer a empresas Chinas que tomen el papel de Repsol para despachar y diluir este problema lo antes posible y luego a ver quien deshace el entuerto jurídico.
Sería obsceno decir que Argentina no tiene razón en el fondo, desde luego el propietario de los Recursos Naturales que explota un país exterior debe percibir por ello un trato justo y un beneficio común, que Argentina tuviera derecho a renegociar su posición con Repsol eso no le da patente de corso (y nunca mejor dicho)a asaltar a la otra parte cuando la otra parte está cumpliendo (si no al 100% que todo hay que decirlo) los ingresos que entrega por carga fiscal y a los recursos humanos argentinos que emplea.
Lo que si está claro es que si REPSOL no le devuelven al menos los 8000 millones de euros que pide , justo lo que pide la Señora Presidenta a los Chinos, y a nivel personal me parece una soberana estupidez sustituir a los extractores y distribuidores españoles por los asiáticos, ellos tienen otra cultura empresarial y el maná que para muchos es su capital vaya usted a saber si a la vuelta de la esquina se convierte en una expropiación legal.
Los amigos chinos están firmando con muchos países con fuertes recursos naturales y materias primas contratos bilaterales de exclusividad, y como ellos hoy pagan más que las empresas multinacionales de los EEUU o Europa (estos dos bloques siempre han abusado de todo país que pillan por delante) se los están adjudicando uno tras otro, pero claro, como los recursos y materias primas son finitos el día que mermen pues China tendrá un control casi monopolístico sobre ellos.
Creo que por el bien general se debería forzar a las partes a someter este tema a un árbitro jurídico para que este emita un laudo de obligado cumplimiento, tal laudo debería obligar a Argentina a restituir lo expropiado a Repsol y obligar a Repsol a aceptar condiciones nuevas si quiere seguir explotando yacimientos en Argentina. Las dos partes tendrán que ceder para poder entenderse.
Y digo por el bien general porque muchos países en la misma situación que la Argentina si contra esta nadie procede con carácter jurídico internacional, cuidado porque de los abusos de empresas europeas y norteamericanas hay muchos países hartos, pero amigos, seamos serios si en vez de REPSOL es EXXON ¿la habrían expropiado?
Antonio A. García Rivero