Wall St. se dió por completo la vuelta y eso debería generar hoy un rebote en Europa al menos para compensar el desaguisado de ayer, porque arreglar no se ha arreglado nada.
En Bruselas, en la reunión del Eurogrupo las cosas están así:
1. Tema griego acongoja y asusta a todos ellos pero Grecia ya está clinicamente muerta y ya no hay reparos en reconocer o pedir que cada Estado tenga un propio plan de emergencia en caso de segregación.
2. El político más cercano al poder tras las próximas elecciones en Grecia es de la izquierda dura y parece que si se quiere quedar en Europa pero con «sus condiciones» a lo que Merkel obviamente se opone frontalmente.
3. Bundesbank tiene prohibido a Merkel poner los Eurobonos sobre la mesa y todos miran para ella porque tiene la llave de la solución europea al menos para el corto plazo, pero claro como ni quiere ni puede está haciendo de todo menos amigos.
4. BCE está en tensa espera a ver qué tiene que hacer, si intervenir en el mercado de Deuda, si remesar más dinero a Grecia o cómo se van a canalizar las políticas de crecimiento que proclama Hollande y a Merkel espanta.
5. Rajoy vende fuerte en Europa que España ni su sistema financiero necesitan nigún tipo de rescate pero claro su credibildiad es nula dados nuestros números y ambiente doméstico.
Con respecto al caso Bankia ya es oficial que su estructura, funcionamiento y salida a Bolsa ha sido un clamoroso error de todas las partes afectas: Cajas, Gobierno, Supervisor y Regulador pero claro un solo perjudicado, el inversor al que se le colocó el papel y va a tardar ni se sabe en recuperar, por de pronto ni 7500 ni 15.000 millones, 9000 millones de euros para sanear el grupo y control estatal absoluto.
En el Ecomomista.es podemos leer que De Guindos tasó en 30.000 millones de euros como requerimiento extra de provisiones ya que Wyman había hecho un informe por encargo del BDE, eso si, cuidado, Blackrock emitió un informe cuyo saldo a cubrir eran 100.000 millones y Berger 50.000 millones, De Guindos echó por el más bajo y no por el de Berger que parece más la media entre el caro y el barato.
Pero claro, como Gobierno y BDE están a partir un piñón, este último niega haber contratado el servicio de estas empresas para determinar las necesidades adicionales de saneamiento de la Banca Española, solo reconoce contratarlas para el asesoramiento de la creación de un Banco Malo u otras medidas al efecto del problema financiero global español.
Pues fijaos amigos cómo está el ambiente entre Gobierno y BdE y ojo que con la CNMV tampoco van finos los de PP, aquí se echan muchos balones fuera y ya Zapatero no está para echarle las culpas de todo.
El líder del partido radical de izquierdas griego dijo el jueves que hay pocas posibilidades de que Europa suspenda la financiación al país y si lo hace, Grecia no hará frente a sus deudas. En una entrevista, Alexis Tsipras, el dirigente de 37 años de la Coalición Radical de Izquierdas, o Syriza, advirtió de que el colapso financiero de Grecia arrastraría al resto de la eurozona. En su lugar, indica que Europa debe considerar una política orientada al crecimiento que detenga la espiral de recesión griega y corrija lo que él llama la creciente «crisis humanitaria» a la que se enfrenta el país.»Nuestra primera opción es convencer a nuestros socios europeos de que, por su propios interés, la financiación no debe ser detenida», dijo Tsipras en una entrevista con The Wall Street Journal el jueves. «Si no podemos convencerles –porque no tenemos la intención de tomar medidas unilaterales– pero si proceden con acciones unilaterales, en otras palabras, si detienen nuestra financiación, entonces nos veremos obligados a dejar de pagar a nuestros acreedores, proceder a una suspensión en los pagos a nuestros acreedores «. De acuerdo con recientes encuestas de intención de voto, el partido de Tsipras está en posición de ganar la mayor cantidad de votos en las elecciones del mes que viene, mejorando su sorprendente segundo puesto en los comicios del 6 de mayo, que dejaron a ningún partido o coalición con suficientes escaños en el Parlamento como para formar Gobierno. Con Tsipras a punto de conseguir la posición ganadora en la próxima votación y, posiblemente, convertirse en el próximo primer ministro del país, Grecia parece dirigirse a un enfrentamiento con sus socios europeos sobre el polémico programa de reformas, que el líder izquierdista quiere anular. En las últimas semanas, los líderes europeos desde banqueros centrales del continente a la canciller de Alemania, han dejado claro que el programa de reforma es un «quid pro quo» para recibir los pagos adicionales del último paquete de ayuda de 130.000 millones de euros sin el que Grecia no tiene suficiente dinero para pagar servicios básicos como escuelas y hospitales. El enfrentamiento podría determinar en cuestión de semanas si Grecia deja de recibir los préstamos de rescate internacionales y se ve obligada a imprimir su propia moneda, o si Europa permite a Grecia incurrir en mayores déficit fiscales durante más tiempo, para evitar la propagación del pánico financiero a otros endeudados miembros de la zona euro, como Portugal y España. Pero Tsipras indicó que, si es necesario, Grecia puede arreglárselas sola. Al no pagar sus deudas, el país tendría suficiente dinero para pagar a sus trabajadores y jubilados. También propone recortes en el gasto en defensa, tomar medidas enérgicas contra la corrupción y el despilfarro y luchar contra la evasión fiscal generalizada de los ricos. «Cualquier cosa que hagamos va a ser difícil. Sin embargo, también será difícil para Europa, porque el euro se derrumbará», señaló Tsipras. Aunque añadió que ambas partes deben dar un paso atrás «antes de llegar a ese punto» y encontrar una «solución europea». La economía griega se encuentra ya en su quinto año de recesión, y oficialmente se espera una contracción de un 4,7% este año –algunos economistas dicen que la contracción podría superar el 7%–, mientras que el desempleo está cerca de máximos históricos y más de la mitad de los jóvenes están sin trabajo. Tsipras, ingeniero de formación, recomienda un paquete de estímulo para impulsar la economía griega y ha pedido que se cancele el actual plan de austeridad a cambio de préstamos. Ha sugerido acabar con el plan de despedir a 150.000 trabajadores del sector público hasta 2015 –que Grecia prometió a sus socios europeos– y que se deroguen las medidas recientes para obligar a bajar los salarios del sector privado. Está a favor de la nacionalización del sistema bancario para mejorar las políticas de préstamos directos. Recientes encuestas de opinión muestran que el mensaje de Tsipras ha calado en los griegos, que culpan a los dos partidos establecidos — el conservador Nueva Democracia y el socialista Pasok– de llevar al país a la crisis. Una encuesta publicada el jueves muestra que el apoyo a Syriza está creciendo. Según el sondeo elaborado por Pulse para el semanario To Pontiki, Syriza recibiría el 22% de los votos si las elecciones se celebrasen ahora, más de cinco puntos porcentuales por encima del respaldo que logró en los comicios del 6 de mayo. Nueva Democracia conseguiría el 19,5% de los votos y Pasok el 13,2% –prácticamente sin cambios respecto a los resultados de los anteriores comicios. Tsipras cree que el país debería permanecer en la eurozona. «Nuestra moneda es el euro, no es tan fácil cortar el vínculo. La salida del euro tendría múltiples consecuencias negativas», dice Tsipras. «no es algo que deseamos, ni que estemos buscando».