Mientras esperamos a Draghi a ver si desde el BCE nos llega el remolque para que lleve a una España a la deriva a puerto para ser reparada, cada vez peligran más los soportes mínimos del Estado, ayer os decíamos que el Gobierno tiró en agosto del plan de prevención para pagar pensiones, Valencia desvió dinero de proveedoreres a su tesorería para pagar sus gastos salariales, lo que es una realidad que no admite discusión es que con lo poco que ingresamos y lo mucho que gastamos, prestaciones sociales de todo tipo, pensiones y sueldos a funcionarios corren un severo riesgo de «tenerse que tocar».
Y lo que es peor, la Administración que en tiempos como estos debería ejercer de colchón laboral, de tratar de contratar o generar empleo público aunque sea precario, todo lo contrario se está convirtiendo en la mayor despedidora aparte claro está de ser ser la principal morosa, Educación y Sanidad e incluso Defensa están echando gente a la calle vía no renovación a personal interino o simplemente contratado.
España si hoy tras las palabras de Draghi salva los papeles a corto plazo, obtiene financiación en buenas condiciones tendrá que hacer algo urgente por la vía del consumo y la reactivación económica, se tiene que empezar a sacar medidas para que se genere otro ambiente empresarial, por la vía del castigo, el ajuste y el recorte ya estamos viendo que simplemente estamos abocados a nuestra destrucción cuyo mejor ejemplo es Grecia.
Y ojo que cuando Rajoy dijo que no tocará más salarios de funcionarios y pensiones, agárrense estos los machos porque probablemente vayan a por ellos este mismo otoño-invierno.