No se engañe nadie estamos cerrando el peor año de varias décadas la situación solo es parecida a la de los convulsos finales de los Ochenta pero en aquella época no perdimos nada porque nada teníamos, otros años muy complicados los vivimos cuando finalizaba la etapa socialista de Felipe González pero aún dejando la economía española como un solar al menos se mantuvo en pie el estado del bienestar al que luego todos pudimos consolidar.
Hoy estamos en otro trance histórico tratando de dilucidar qué será de nosotros en el futuro, desde luego el importe de nuestra penitencia está facturado y lo estamos pagando en incómodos y urgentes plazos, mucho me temo que nuestra sociedad del derecho y el bienestar que pagamos con sangre, sudor y lágrimas va a pasar a manos privadas, el motivo es que es tan cara esa sociedad que no nos la podemos permitir.
Lo peor es que el 2013 está sentenciado, el consenso político, institucional y empresarial lo da por perdido, es para que todos nos entendamos como el rebañe final de la crisis esa limpieza extra de todo el área afectada para no dejar sobre ella foco de contaminación posterior, es decir en el 2013 los asalariados más seguros del sistema laboral serán «tocados» y los derechos más inalienables de los ciudadanos serán «ajustados a la baja», a partir de 2014 nuestra competitividad será de las mayores del mundo occidental.
Porque claro un asalariado o autónomo de un país es más competitivo que el de otra nación a cuanto más haga a cambio de menos dinero y menos derechos perciba de su Estado y con esta definición sin eufemismos de competitividad ya podéis diferenciar a un español de un filipino y a un español de un sueco o alemán.
Así que para el 2014 como las prestaciones del Estado tenderán a cero, los derechos adquiridos serán historia y le añadimos un marco laboral muy próximo al despido libre los españoles trabajaremos por lo que sea, donde sea y como sea, problema resuelto, España volverá a números verdes pero claro los españoles seremos mucho más pobres que hace dos años ya que el porcentaje de trabajadores con un poder adquisitivo no superior al de la subsistencia será brutalmente alto.
Y ahora la gran pregunta ¿quién sale ganando? pues fácil la respuesta primero todos aquellos que vayan recogiendo todos los trozos del estado de bienestar que desmontará el Partido Popular todo el anillo que rodea al poder político se pondrá «guarro» de ganar dinero en los próximos años, ojo también pasó en la época socialista cuando de Europa llegaba dinero de los fondos estructurales y de cohesión a espuertas a Fomento, al INEM; a Educación, a las CCAA, Municipios y a las asociaciones empresariales.
La brecha social aumentará dado que la extinción de la clase media tendrá su epílogo en el 2013, la sociedad española quedará organizada de la siguiente forma: indigentes y excluidos del sistema laboral, asalariados y funcionarios con nómina subsistencial, autónomos y propietarios de pequeños negocios y luego una masa informe de amplio espectro económico que podría ir del profesional que supere los 6.000 euros mensuales en adelante a lo que llamaremos clase «pudiente» pero que claro no será en cuantía superior al 15% de la de lo que sumen las dos clases precedentes.
Lo peor del sistema que nos viene es que el Estado cargará sobre la espalda de asalariados y funcionarios el peso económico-social de indigentes y excluidos, por lo tanto señores todo aquel vosotros que sea capaz de montar, organizar y controlar una empresa que lo haga porque de lo contrario siendo trabajador «low cost» indefinido su futuro será como una sentencia de muerte que se prorroga cada día y eso creedme que no hay cuerpo y mente que lo soporte mucho tiempo.