Mes de enero en su vigésimo noveno día del Año XIII del siglo XXI D.C.
El Banco Central Europeo impedirá que el discurso de su Presidente que tendrá lugar en España más concretamente en el estado del Congreso de los Diputados el día 12 de febrero tenga lugar a puerta abierta y esté conectado medio alguno de emisión y/o grabación, asi como la exigencia de que no presten su servicio profesional las taquígrafas del Parlamento y muho menos acta de la sesión.
El protocolo de la exposición y las posteriores preguntas a Mario Draghi está absolutamente pautado y contado tanto en espacio como en tiempo. Al finalizar una rueda de prensa conjunta. Todo ello siguiendo el mismo orden del día que en la anterior ocasión que Draghi habló en el Bundestag (Parlamento alemán).
Me parece total y absolutamente impresentable este esperpento político que más parece una reunión del Club Heidelberg que un acto político-económico transparente , no entiendo como a «todos sin excepción» se nos veta el derecho inalienable a la información, para lo que van a hacer el día 12 más hubiera valído y menos coste tendría que se reuna el Sr. Draghi en cualquier despacho con los portavoces parlamentarios y expedientar por la vía rápida este compromiso formal.
No entiendo porque los españoles no nos podemos enterar de lo que diga el dignatario del BCE cuando somos nosotros los españoles quienes estamos pagando las consecuencias de la mala gestión de lo público por parte de nuestros políticos, esto es como tener que operarnos y que la clínica impida al médico que nos explique por qué, los señores del BCE deben abandonar este tipo de conductas y dejar de actuar como una «sociedad discreta» certificando oficialmente que vivimos en una orden oligárquico donde manda el dinero a través de sus distintos y muy reducidos representantes.
Actos como este que tendrá lugar en España muestran bien a las claras que la democracia es una farsa, un teatro que se han inventado unos cuantos para legitimarse en el poder cada cierto periodo de tiempo y hacer que todo funcione como ha funcionado siempre por la ley del embudo.