Quedan algunas horas de dudas y pese a que nuestro deseo, como ya hemos demostrado en alguna ocasión, sea que la decisión de Buenos Aires nos favorezca frente a nuestros competidores de Tokio y Estambul, esperamos que ocurra lo que ocurra se tome con filosofia.
Suerte, Madrid… Suerte, España…
Firmado: Todos los españoles (ya que, a fin de cuentas, somos quienes vamos a pagar)