Como un gran actor de cine o como una megaestrella del pop , Jose María Aznar acepta contratos multimillonarios por solo incorporarle a la ejecutiva de grandes empresas o corporaciones para que no haga más que hacer unas llamadas por teléfono o tocar en algunas puertas para que se las abran siendo quien es o quien fue.
Imaginamos los contratos del Sr. Aznar su caché de fijo y luego una comisión por objetivos,, por favor esto legal y lícito, pero que no dude nadie tampoco que cuando se ficha a números uno de la política como este señor, Esperanza Aguirre, o ex-ministros populares o socialistas no se les contrata por su capacidad de gestión o nivel profesional, la mayoría de los políticos olvidaron lo que sabían de sus carreras hace mucho tiempo,se les contrata porque son la llaves maestras que abren todas las puertas.
Lo que pasa es que unos tienen más vergüenza que otros, lo que pasa que unos tienen un sentido del decoro y otros otro muy distinto, Aznar le ha dicho SI a Faes, aMurdoch, a Cerberus a Endesa ahora a KPMG no se su lista de pertenencias profesionales, recuerdo algo sobre de profesor de la Universidad de Georgetown, también en México, y si tiene usted 36.000 euros también lo puede contratar para hora y media de conferencia, ojo que está en todo su derecho por favor, la Ley no le dice que no pueda hacer con su carrera profesional lo que le plazca. Pero una cosa si es cierta, ha sido quien mejor ha contabilizado su post-presidencia del Gobierno, y a quien no le guste AJO y AGUA.
¿Quien es KPMG donde se ha incorporado nuestro ex-presidente hace escasas fechas ? pues una sociedad de consultaría legal, ,auditoria y asesoría financiera multisectorial, por ejemplo según elconfidencial.com pues ahora mismo asesora a Bankia en el tema de preferentes, es nuevo auditor del Banco de España y ¡¡oh casualité¡¡ asesor de cabecera del SAREB digo casualidad porque Aznar y Aznar Jr. trabajan para el fondo (catalogado como buitre por los expertos) Cerberus muy interesado en pillar del Banco Malo todo lo que sea bueno, bonito y barato.
Reitero, todo es legal, lícito pero claro la mujer del César no ha de ser honesta sino parecerlo también, y si Aznar le dice SI a todo será honesto claro que si pero a los ojos de la plebe será visto como un vulgar gigoló que vende sus servicios profesionales a quien se los pague, El pueblo tiene que comprender que no es lo mismo el delito penado de «tráfico de influencias» que vivir por el alto número de influencias que una persona posee.
¿Que no lo entiende? le pongo este ejemplo cualquier persona que tenga un grado de confianza y/o cercanía a los líderes políticos y empresariales de su ciudad por cualquier tipo de razón cualquier empresa le pone un despacho ¿qué no le van a poner a un ex-presidente o ex-ministro de la nación? ni Aznar ni el tropel de políticos de todo signo bien colocados no son los malos de esta película, son los aprovechados, y son unos aprovechados porque tenemos una Ley que les permite que se aprovechen.
Lo que quiero decir es que no tenemos que quejarnos de que los políticos tengan más cara que un saco pesetas de franco, tenemos que exigir una ley orgánica que limite al político por incompatibilidad de cargo público con puesto en la empresa privada tras el ejercicio del mismo, lograremos dos cosas: una, echar a los que vienen servirse de la política y no a servirla y otra atraer a los políticos que lo desean ser por devoción y vocación profesional. y sobre todo social.
Lo más terrible de todo es ver cómo este señor y otros ( resto de ex-políticos de ambos signos) «viven la actual crisis» cuando en los laboratorios políticos del Partido Popular por ejemplo se gestó la fabricación de la gran burbuja inmo-financiera que asoló a este país años más tarde a partir del 2008 y el desastre socialista en la contención de la crisis, bueno crisis, crisis fue hasta marzo 2009 porque hasta ahí era global, luego nos dimos cuenta que nos estafaron, que nos engañaron como a chinos, cuando veo a políticos «super-colocados» me siento igual que un padre cuando ve al violador de hija en calle si, esa mezcla de asco, rabia e impotencia contenida con la que no sabes que hacer.