Es la octava variante de la toxina botulínica, producida por una bacteria llamada clostridium botulinum. Se trata de una toxina tan letal que una milmillonésima parte de un gramo de la misma en sangre podría matar a una persona adulta. No es de extrañar que su secuencia genética esté guardada bajo llave, ningún antídoto ha conseguido neutralizarla hasta ahora.
Los comentarios están cerrados.
Me daría grima incluso trabajar con ella en el laboratorio. Por mucha precaución que se tenga, siendo tan letal…