Odio los tipos de interés bajos
Cuando llegan, buscan remontar economías mortecinas, paradas, a punto de detenerse o hundidas y cuando se van dejan burbujas gigantes, trastocan los flujos de capitales y distorsionan la cotización de las monedas y los precios de las cosas. Odio los tipos de interés bajos que tanta alegría dan a corto plazo a todos nosotros, los endeudados de la Tierra.
El Director de contenidos de Invertía como es habitual en él con tono claro y para todos los públicos nos cuenta las verdades del barquero.
Por qué narices todos en general somos tan tontos de ponernos felices cuando bajan los tipos de interés si estos movimientos son el anuncio y la causa de los caos económicos? La lectura rápida apunta a que nuestro bolsillo se beneficiará sobre todo por la reducción de los pagos en las hipotecas a tipo variable. ¿Motivo suficiente para alegrarse?
Los tipos de interés bajos tienen efectos perversos o evidencian una situación difícil. Ahora, por ejemplo, los tenemos históricamente bajos en España (ventajas del euro) pero los bancos no dan créditos, con lo que nos da exactamente lo mismo el nivel que tengan.
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