Argentina buscará el asidero que haga falta y pactará con el diablo si fuera preciso para no quebrar, es más, por activa a nadie interesa que Argentina presente Default y por pasiva el daño y el perjuicio a terceros incluidos los argentinos serían insondable.
Estados Unidos no ha permitido que Argentina pague 539 millones a sus bonistas sin entregar antes a tres fondos “buitres” 1.300 millones, también sabemos todos que los Gobiernos argentinos cuando meten la pata hasta la ingle luego recurren con extrema facilidad al populismo y al chauvinismo para tratar de maquillar un fallo de gestión económico-financiera de políticos nefastos.
La prima de riesgo medida en puntos básicos que se pagan por los seguros de impago de deuda, los credits default swaps (CDS) es de 1825 y el bono hasta 2033 al 10.3%, si España viese unos números parecidos nuestra prima de riesgo equivalente a 900/1000 p.b es decir que o se nos rescata o RIP.
Argentina lo mismo el último asidero es que la OEA les acepte un plan de salvación a modo y manera de la UE con Grecia pero claro a ver como lo hace Sudamérica sin troika reguladora y eso contando que el problema no se amplifique y le salgan más acreedores que esos tres fondos buitres de marras yéndose la deuda a saldar una carnavalada de capital absolutamente infinanciable.
Servidor cree que a Argentina se lo van a arreglar de una manera u otra,, entre la OEA y la administración Obama asesorada por lobbys le harán firmar garantías a cincuenta, cien años si hace falta para ceder la explotación de sus recursos minerales y energéticos e hipotecarán el próximo siglo a Argentina y a los argentinos sin la menor conmiseración, pactar con el diablo es eso vender lo más sagrado que tienes para que te permitan seguir siendo país.
Lo curioso es que viendo el Merval parece que el mercado financiero argentino tiene sus empresas, activos e intereses mercantiles en otro planeta, hace unas diez sesione si hubo un descenso muy brusco pero luego como veis este año 2014 se ha revalorizado un 48,2% .
Ahora entendéis verdad eso que se dice siempre que los mercados financieros y la economía real transmiten en frecuencias distintas.