El pasado 11 de julio la Comisión Europea abrió una investigación por la supuesta manipulación de las cuentas públicas por parte de la Generalitat Valenciana. La investigación, sin precedentes, pretende aclarar si Valencia manipuló sistemáticamente sus datos de gasto y deuda pública. Si se confirman las sospechas, la multa para España podría ser de 2.000 millones de euros.
Además de ocultar el déficit, la trampa de la ocultación sistemática del gasto ha podido servir al Gobierno de Valencia para algo más contemporáneo: ocultar los recortes.
Hay la constatación de que durante años se ha producido una sistemática ocultación del gasto y a raíz de la puesta en marcha del plan de pago a proveedores, empieza a producirse un afloramiento del gasto oculto, al igual que en otras autonomías.
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