Desde luego todo lo que sea proteger al inversor, tratar de salvaguardar sus derechos e impedir que caiga en las trampas financieras de todo tipo de productos que para la inversión y la especulación están diseminadas por esta jungla llena de alimañas de traje y chaqueta está bien y lo aplaudimos.
Uno lo que piensa viendo la sencillez de las etiquetas creadas por la CNMV es por qué no estaban ya instituidas hace lustros en nuestro mercado, es como cuando se empezó a recetar por principio activo del medicamento por qué no se hizo hace 30 años para ahorrarnos un pastizal.
En fin que a nosotros nos encanta la idea del SEMAFORO DE RIESGO DE LA CNMV y desde luego colaboraremos para ayudar al regulador evitando que los inversores que caigan en las trampas de los intermediarios financieros sean cada vez menos.
No obstante al comprar una acción siempre podemos perder todo o gran parte de nuestro dinero, al igual que productos de deuda privada, y un derivado financiero no es un demonio hecho papel, un cuchillo en manos de un psicópata mata gente y en manos de un médico la salva, es que uno viendo las etiquetas el derivado financiero parece el mismíimo lucifer y no creo que deba recibir ese trato inquisitorial,