Los criterios de activación este patrón son los siguientes:
1.- Tanto los nuevos máximos como los nuevos mínimos del NYSE deben ser ambos mayor que el 2,2% del total de valores operados ese día. En este punto existe cierto debate ya que existen analistas que hablan del 2,4% y 2,8%.
2-.El NY Composite se encuentra por encima del precio que marcaba hace 50 días, o su equivalente, la media de 10 semanas del NYSE es alcista.
3-. El número de nuevos máximos no puede ser más del doble que el número de nuevos mínimos.
4-. El McClellan Oscillator se encuentra por debajo de cero ese día.
Una vez se activa el patrón, éste se mantiene activo durante 30 días, y cualquier señal adicional dentro de esos 30 días es ignorada. Durante esos 30 días, la señal se encuentra activa cuando el McClellan Oscillator se encuentra por debajo de la línea cero, y se ve invalidada cuando el Oscillator se mueve de nuevo por encima de cero.
Un poco de backtest…
De acuerdo con los análisis históricos de este patrón, la probabilidad de un movimiento de caída en los índices de más de un 5% una vez se ha confirmado el patrón Hindenburg Omen es del 77%, y por regla general tiene lugar durante los siguientes cuatro días.
La precisión de este indicador es realmente impresionante. De las 25 señales confirmadas hasta la fecha, los resultados acontecidos fueron los siguientes:
- Crash en la bolsa: 27% probabilidad
- Pánico vendedor de al menos el 10% ó 15%: 39% probabilidad
- Recorte brusco de entre el 8% y el 10%: 54% probabilidad
- Recorte significativo de entre el 5% y el 8%: 77% probabilidad
- Recorte suave entre el 2% y el 5%: 92% probabilidad
- Fallo del patrón: 7.7% probability (1 de cada 13 veces)
La última vez que se dieron las condiciones del patrón fue en Agosto de 2010, pero el mercado no llegó a caer porque Bernanke acudió al rescate con sus famosos Quantitative Easing (el QE2 en este caso). Sin embargo, dentro de ese 77% de acierto, se encuentran señales importantes como las dadas antes del crash del 87 o el mercado bajista del 2008.
El Maestro J.l. Cárpatos lo explica también de maravilla