De nuevo el gobernador del BdE, siguiendo la senda de sus predecesores, miente… echó las campanas al vuelo con el resultado de los test de estrés cuando resulta que si nos fijamos en el escenario base, el más previsible, la banca española es la número quince de los 22 países analizados –o sea, está en el último tercio– y eso después de haber consumido el mayor porcentaje de recursos públicos del mundo, un 32% del PIB contando todo –efectivo, rescate europeo, Sareb, esquema de protección de activos, avales, etc, etc– y de haber perdido ya definitivamente el equivalente al 5% del PIB, algo que no ha sucedido en ningún otro país, algo que además podría multiplicarse, porque Sareb es un pozo sin fondo con muchos sapos y culebras en los cajones.
Si vamos a resultados, las cifras son estremecedoras: los beneficios de los grandes bancos españoles han caído un 20,5%, una auténtica debacle. ¿Y cómo se guisa eso con la supuesta recuperación de la economía española de la que tanto presumen algunos? En el detalle, además, nos encontramos con los dos grandes bancos españoles, Santander y BBVA, donde los accionistas han perdido hasta la camisa en los últimos ocho años, y eso que, como dice el Servicio de Estudios del BBVA «la recuperación económica va fenomenal«… ¡Anda que, si llega a ir mal, tienen que cerrar el banco!
Con la nueva supervisión, las exigencias de capital serán mucho mayores para que puedan absorber pérdidas y estas las soporten los accionistas y no los ciudadanos. El BdE, al contrario de lo que ocurrió en el resto del planeta, optó por subir las provisiones, no el capital, cediendo como siempre a las presiones de los banqueros. Sin embargo, ahora eso se acabó: será el capital, por lo que los beneficios, y en consecuencia los dividendos, serán menores. Si los accionistas hemos perdido hasta la camisa en los últimos años, a partir de ahora podremos perder también los pantalones.
Fuente: Roberto Centeno … no dejen de leer todo el articulo en su fuente original aquí